Un maestro cervecero neozelandés presentó ayer un “revolucionario” aparato doméstico capaz de preparar 23 litros de cerveza en siete días, un cuarto del tiempo de lo que dura el proceso, informaron hoy los medios locales.
“Ya hay (en el mercado) hornos caseros para hornear pan y cafeteras. Esta máquina es la primera cervecera personal del mundo”, dijo su creador, Ian Williams, en declaraciones citadas por TV3 de la televisión neozelandesa.
El invento, que utiliza la misma tecnología para la fabricación comercial de cerveza, elimina los problemas de oxidación, control de temperatura y el período de carbonización.
La “cervecera personal”, que costará más de 5.500 dólares neozelandeses (casi 3.000 euros, unos 4.200 dólares estadounidenses), pretende aliviar una de las principales frustraciones de los aficionados a la fabricación de cerveza casera: la paciente espera por cuatro semanas para poder beber el primer sorbo.
Pero, además, la máquina busca dar un sabor uniforme al brebaje, dado que muchas veces las cervezas caseras tienen un sabor muy amargo, demasiada levadura o simplemente es muy aguada.
La máquina creada por Williams, quien ayudó a la Cervecera Tiger Beer de China a obtener un premio mundial en 1999, tiene tres funciones: el método básico o “a prueba de idiotas”, el avanzado (que requiere más ingredientes y puede preparar 78 tipos de cerveza) y el creativo.
La elaboración de cerveza casera es un pasatiempo popular en Nueva Zelanda desde 1970, aunque son pocos los aficionados los que se mantienen totalmente dedicados a esta práctica.
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