Una bola de metal de unos 35 centímetros de circunferencia y unos seis kilos de peso apareció en una aldea remota del norte de Namibia, a unos 750 kilómetros de la capital, Windhoek.
Aunque recién se hizo público esta semana, el hecho ocurrió hace un mes, y cinco días antes, los habitantes informaron haber escuchado una serie de pequeñas explosiones a unos cinco kilómetros de distancia, justo en la zona donde luego se localizó el objeto.
La bola está vacía por dentro, tiene dos hemisferios soldados y ha sido realizada con una aleación de metales, una obra de seres humanos, según informó a la agencia AFP el jefe de la Policía científica del país africano, Pablo Ludik. Una vez analizada por algunos expertos, se ha concluido que es segura, aunque no se sabe con certeza su origen.
Las autoridades de Namibia no tardaron en comunicar el hallazgo a la NASA y a la Agencia Espacial Europea (ESA) para que les confirmen si se podría tratar de basura espacial, dado que en su caída provocó un cráter de 3,8 metros de diámetro y 33 centímetros de profundidad.
También es ésta la explicación que defiende el bloguero Adrian Chen, en la web Gatwker. Chen identificó una bola idéntica en los cohetes que la compañía Astrium fabrica para poner en órbita los satélites artificiales. Se trataría de un depósito de combustible capaz de contener unos 39 litros.
De confirmarse esta hipótesis, sería la prueba de que la basura espacial no siempre se desintegra al atravesar la atmósfera y cae, riesgosamente, a la Tierra.
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