El ácido ursólico, una sustancia que se encuentra en la piel de las manzanas, reduce el desgaste muscular y promueve el crecimiento de los músculos en los ratones, según un estudio que se publica en la revista Cel Metabolism.
El ácido ursólico también reduce la grasa, los niveles de azúcar en la sangre, el colesterol y los trigicéridos por lo cual, según los investigadores, la sustancia podría ser útil en el tratamiento tanto del desgaste muscular como de trastornos metabólicos como la diabetes.
"La atrofia muscular causa grandes problemas", señaló el endocrinólogo Christopher Adams, de la Universidad de Iowa y autor principal del estudio añadiendo que "es muy común y afecta a la mayoría de las personas en alguna altura de sus vidas, durante las enfermedades o al envejecer".
"Pero no hay medicamentos para la atrofia muscular", dijo Adams.
Los investigadores estudiaron la actividad genética en los músculos con personas que sufren atrofia y usaron esa información para buscar compuestos químicos que pudieran impedir la atrofia.
"Uno de estos compuestos resultó particularmente interesante, el ácido ursólico que esta concentrado en la piel de las manzanas", señaló Adams.
"Está el refrán de que 'una manzana por día mantiene la buena salud' y decidimos probar el ácido ursólico con los ratones", continuó el científico.
"Comprobamos que aumentó el tamaño y la fuerza de sus músculos y lo hizo ayudando a dos hormonas que incrementan la musculatura: el factor-1 de crecimiento (IGF-1) y la insulina", añadió.
Además de acrecentar la musculatura el tratamiento "tuvo otros efectos beneficiosos sorprendentes, como la reducción de la grasa en el cuerpo, y una disminución de la glucosa en la sangre y el colesterol", dijo Adams.
Adams y sus colegas enfocaron su atención en el ácido ursólico mediante una técnica relativamente nueva, llamada mapas de conectividad, que compara los patrones de expresión genética en las células bajo condiciones diferentes.
El equipo determinó qué genes están activados o desactivados en el músculo humano durante la atrofia y comparó ese patrón con los patrones de expresión genética en líneas de células cultivadas y tratadas con una gama de compuestos distintos.
Los investigadores descubrieron que uno de tales compuestos, el ácido ursólico, causa un patrón de expresión genética opuesto al patrón causado por la atrofia.
En los experimentos los científicos probaron que los razones alimentados con ácido ursólico estaban protegidos de la atrofia muscular causada por el ayuno y por el daño nervioso, mientras que los ratones saludables alimentados con ácido ursólico desarrollaron músculos más grandes y más fuertes que los ratones que no recibieron la dieta.
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