Extirpación de dos costillas, blefaroplastia, liposucción, cambio de la forma de la mandíbula y de la nariz e implantes de silicona en la barbilla y en el pecho es todo lo que se necesita para convertirse en una verdadera Barbie de carne y hueso. Al menos esta parece ser la teoría de Valeria Lukyanova, joven ucraniana de 24 años, que se sometió a todas estas intervenciones de cirugía plástica para lograr parecerse a la muñeca: su concepto de belleza ideal y única. Sus imágenes y videos, que han creado furor en Internet, ponen en duda la afirmación de muchos científicos de que el cuerpo de las Barbie es anatómicamente imposible en la vida real y despiertan una gran polémica entre los internautas: unos admiran su aspecto y atrevimiento, viendo hecho realidad quizá su mayor sueño de la infancia; otros, por el contrario, consideran que la joven es una demente y se horrorizan de su aspecto artificial. Valeria, que se denomina a sí misma como Amatue, practica el esoterismo, cree en los extraterrestres, escribe canciones y publica sus diarios en un sitio web. La Barbie humana se hace cada vez más popular en el mundo virtual y sigue presentando nuevas imágenes suyas. ¿Pero qué es esto? ¿Un ejemplo de víctima de los estereotipos sobre la belleza ideal femenina o de mujer que usa su propio cuerpo como objeto para recibir la fama y beneficios económicos?
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