Nada es casual. Todo es producto de una larga destilación que tiene un punto culminante. Es la historia de la Sociedad “secreta” conocida como “Sociedad Thule”.
Gracias a un texto que sólo se difunde entre círculos iniciáticos, obra de un extraordinario sabio argentino, “La Historia Secreta de la Thulehesellschaft”, ahora sabemos que la génesis de esta sociedad secreta se remonta al siglo XVI y el Rey del Sacro Imperio Romano Germánico Rodolfo II, que fue conocido como el Rey Alquimista por su gran afición hacia las ciencias ocultas.
España e Inglaterra se hallaban en guerra; la reina Elizabeth a fin de tener un agente que le informara de los movimientos de Felipe II el católico, hizo los arreglos para que John Dee asesor de la corte isabelina fuera a Praga, capital de Bohemia y Moravía, y se infiltrara en la Corte de Rodolfo II, pariente del Rey de España.
El Doctor Dee, célebre por sus conocimientos en matemáticas, astronomía, astrología, sabiduría hermética y alquimia, fue bien recibido en Praga y rápidamente se ganó la confianza del Rey Alquimista.
John Dee gracias al estudio de la obra de Tritheim y Cornelio Agripa, logró descifrar la que sería conocida en ocultismo como “Lengua Enoquiana”, el simple conocimiento sémico de esos signos y símbolos le bastarían para adquirir un saber inhumano, con el que pudo verificar y concretar un contacto de tercer tipo con entidades que habitan en esferas superiores del universo material.
Estos “superiores” a los cuales Dee se refería como “ángeles”, ordenarían la constitución de una sociedad secreta; Rodolfo II que experimentó en una sesión ritual su terrible presencia, jugó un papel preponderante para la fundación de la Sapiens Dominobatur Astris.
Ya en Polonia y Germania, Dee y Wilhelm Von Rosenberg, así como miembros selectos de ocho familias de la más alta y pura aristocracia de aquellos feudos fundarían la Orden Einherjar. Esta orden perduraría casi dos siglos; uno de sus más destacados iniciados sería Federico Guillermo IV de Prusia; el legado pasaría más tarde a un nuevo grupo de iniciados que fundarían la Germanen-orden a finales del siglo XIX.
Pues bien, una de los círculos de la Germanenorden, fundaría en 1918 la Thule-gesellschaft, o sociedad de Thule, madre de la Orden Negra SS. Los iniciados de la Thulegesellschaft formaron los cuadros superiores tanto del Partido Nacional Socialista como de la guardia pretoriana del nazismo o Shutzstaffel.
LAS RUNAS
Dijimos que el Dr. Dee con la ayuda de libros alquimistas de esteganografía, pudo redescubrir la lengua “enoquiana”, y que con ella fue capaz de contactar con entidades de una esfera superior de existencia.
La esteganografía es una especie de semiótica aplicada a la criptografía, que en el caso de Thitheim, estaba referida a un tipo de símbolos que por ese entonces estaban proscritos por la inquisición que sentía repulsión por todo lo pagano que era condenado por la Iglesia como herético.
Con seguridad podemos afirmar ahora que esos símbolos eran rúnicos.
Las runas han llegado hasta nuestros días a través de un alfabeto nórdico llamado “Futhartk” que tiene 18 signos. Algunos incluyen otras derivaciones llegando hasta 24. Este alfabeto opera, exotéricamente, asimila-do a las letras del alfabeto latino, y sólo se utiliza en ese sentido. Algunos “chamanes” rúnicos, además, le confieren una signifi-cación singular a cada runa, y aunque el sentido es más esotérico, puesto que los significados se adosan de acuerdo a una interpretación peculiar de la cosmogonía nórdica, se asemeja más a una especie de mancia o arte adivinatorio, que asigna significados aleatorios a los símbolos rúnicos al estilo del Tarot o el I-Chin. Aunque cada runa tiene un nombre latinizado y se pronuncia semánticamente igual que cualquier nombre que utiliza fonemas latinos, salta a la vista que desconocemos la fonética original de cada runa, su sonido, y por ende la sintaxis idiomática; y sin estos elementos es imposible comprenderla como lengua fraseada, es decir, fonética. La lengua “enoquiana” o len-gua de los “ángeles” se ha tornado incomprensible.
Es en los mitos y tradiciones nórdicas y germanas por ejemplo, que los grandes héroes, como Sigfrido, antes de realizar sus hazañas deben comprender la “lengua de los pájaros”. Y esta es una clave importante que nos permitirá explicar más a fondo el tema de las runas.
En el caso que nos ocupa, el Dr. Dee no sólo accedió al significado convencional aproximado de las runas, como el “chamán” rúnico de nuestros días, sino a su significado profundo, a tal grado, que pudo verbalizarlas con su acústica fonética original, y producir extraños fenómenos parapsicológicos.
Y a eso apunta justamente una cadena INICIÁTICA, al transmitir las claves que permiti-rán al iniciado acceder a los sentidos y realidades trascendentes que se hallan detrás del símbolo visible; en el caso de la “lengua de los pájaros” o la lengua enoquiana, de conseguirlo, el salto no sólo es gnóstico, sino interdimensional, MUTANDO la naturaleza psicológica del iniciado, abriéndole las puer-tas hacía la posibilidad pura: EL VRILL.
LA CABELLERA DE LA GORGONA O MEDUSA
Tartessos o Tarsis fue una poderosa nación ubicada en la península Ibérica, la actual España. Es muy interesante que tenga referentes bíblicos; en Génesis 10:4 Tarsis es un linaje que desciende de Javán, uno de los hijos de Noé; (Tomen en cuenta que Noé, NO ES JUDÍO, Judá no existe aún, tampoco Israel, y que muy posiblemente el mito diluviano haya sido tomado de la tradición de Summer, mucho más antigua, donde “Noé” figura con el nombre de Uptanishpin). Para evitar susceptibilidades al respecto, diremos que el linaje de Javán es CAINITA. Veamos: Noé padre de Javán es hijo de Lamec, que a su vez es hijo de Matusalem, este hijo de ENOC1 (el que hablaba cara a cara con los ángeles), y que tuvo por ancestro a CAINAN, o sea, Caín.
Por el mismo referente bíblico sabemos que Tarsis perduró milenios ya que poseía una poderosa flota mercante en tiempos del Rey Salomón, muy posterior al diluvio.
La cultura asocia las runas a la raza indo-aria, y hace bien en hacerlo, pero ese no es su origen. El origen de la tradición Indoaria no es la India, sino la Atlántida, puesto que el tronco indoario proviene de aquella civilización remotísima de la que nos hablan los Vedas y el Mahavarata, que son las fuentes del Baghavad Gita, ese sí, libro sagrado de la India.
En realidad Tartessos sería una colonia atlante, así como Noé y todos sus descendientes que sobrevivieron al diluvio que ahogó a sus ancestros. Y es importante el dato, pues ya que estamos hablando de las runas, estás tienen su origen en Tartessos, que fue desde donde se diseminaron al resto de Europa primero, y luego hasta los Urales, Mongolia y el Indokush.
Según el mito tartesio, coincidente con los mitos nórdicos, germánicos y pelasgos, las runas fueron conquistadas por Navután (nom-bre tartesio del Dios), Wotan (nombre germánico), Prometeo (nombre pelasgo) que se autocrucificó voluntariamente en el árbol del espanto Yggdrasil durante nueve noches y sus días, a fin de penetrar el secreto de la muerte y ganar la inmortalidad, legando luego este conocimiento a los pueblos de raza aria. Sin embargo, y siempre según el mito, Navután falla en su cometido y muere antes de conseguirlo. Es su hermana esposa Freya quién le revela las runas que hacen posible su resurrección.
A todas luces el mito contiene la implicancia de un significado trascendente de las runas. Acercarnos al misterio no es fácil, pero afortu-nadamente tenemos los mitos bíblicos a mano para realizar algunas inducciones. El mito de la Torre de Babel sugiere que los dioses debían confundir la lengua de los hombres para evitar que “consigan todo lo que se propongan”. Para los que creen que la Biblia afirma a un solo dios, la sentencia divina es muy contradictoria al respecto: “Descendamos pues y confunda-mos su lenguaje”; Nimrod, al que se atribuye la construcción de la torre también es cainita, primo cercano de Tarsis, pues su padre es Cus, sobrino nieto de Javán.
Para confundir una lengua, hay que degradar sus símbolos. Podemos advertir la tremenda degradación de nuestro lenguaje hoy en día, no hace falta decirlo, y los ejemplos abundan, pero para fines explicativos solamente tomaremos uno que atañe a nuestra cultura democrática plagada de corrupción y mentira. Todos los políticos de hoy afirman que la ética es algo bueno, cuando en realidad la ética no es ni buena ni mala a priori, ya que ética del griego Ethos, significa conducta, y la conducta puede ser tanto buena como mala, dependiendo de donde se la mire. Basta este ejemplo para caer en cuenta del mal uso del lenguaje, y la ignorancia del verdadero significado de las palabras. Y ojo que no es sólo cuestión de andar con un diccionario bajo el brazo.
Para evitar esta degradación cultural, que es la estrategia que el enemigo usa para destruir naciones, degradando sus símbolos, los tarte-sios conformaron una élite que debía custodiar el legado de Navután. En este sentido los iniciados se sirvieron de un símbolo muy caro a los pueblos paganos del pacto de sangre: la esposa hermana de Navután, Belicena para los tartesios, Freya para los Nórdicos y Germanos, y Venus, entre otras muchas denominaciones, para los Pelasgos.
La Diosa fue tallada con forma de Gorgona para conservar el simbolismo en su cabellera de serpientes. El alfabeto tartesio consta de 13+3 Vrunas o runas y por eso la cabellera de la Gorgona tartesia está formada por 16 serpientes que representan a aquellos principios significativos. Los reyes Iberos de Tarsis, abrían construido la lengua castellana con este conocimiento que fue perdiéndose paulatinamente por el contacto con pueblos foráneos, ajenos a la mística tartesia. Pero durante generaciones los iniciados e iniciadas tartesios custodiaron el legado, hasta la destrucción de Tartessos por la invasión cartaginesa coman-dada por Amilcar Barca.
Luego, la llegada de los romanos trajo a los godos; Los señores de tarsis se emparentaron con la realeza goda, y de esa manera surgió el linaje Tarstein, que perduró en Austria y fundó junto a los iniciados de la Sapiens Dominobatur Astris la Einherjar.
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