Propuesta: Los hijos también podrán cambiar el orden o anular un patronímico, si lo desean, cuando alcancen los 18 años de edad. El Gobierno plantea que para hacerlo deberán cumplir un simple trámite administrativo en el Registro Civil.
El programa de matrimonios colectivos laicos incluye la posibilidad de que los padres de familia elijan el orden de los apellidos que llevarán sus hijos, además de que éstos, cuando lleguen a la mayoría de edad, podrán desligarse de un patronímico o modificar el orden elegido por sus padres.
En entrevista con La Prensa, el director general de Descolonización del Ministerio de Culturas, Idón Chivi, explicó que con esta propuesta se pretende no sólo descolonizar el manejo del Registro Civil, sino también despatriarcalizar el orden familiar.
“Vamos a implementar un sistema convencional en la asignación de los apellidos en el sistema de filiación de los recién nacidos. Qué significa eso, que a convención de los padres, de madre y de padre, ellos elegirán qué apellido irá primero y qué apellido irá en segundo lugar”. Chivi dijo que, de esa forma, se dejará de lado la exclusividad del apellido paterno, lo que se conoce como “eternidad del derecho de progenie”, que consolida el sistema patriarcal.
Esta propuesta está basada en experiencias de otros países, como Alemania, España o Brasil, donde el primer apellido es el materno. Además se analizó la forma de inscripción de los hijos en el periodo incaico, cuando el registro era alternativo, “las hijas mujeres, el apellido por vía materna, y los hijos varones, por vía paterna”.
Aunque no se tiene la fecha para comenzar a aplicar la propuesta, esta medida promoverá modificaciones a las normas de funcionamiento del Registro Civil y del propio registro de personas.
El programa también establece que en el sistema de filiación, “una vez que el filiado llegue a la mayoría de edad, puede decidir por sí mismo modificar el orden de sus apellidos si se da cuenta de que el padre no es bueno o la madre, entonces el filiado dice ‘yo quiero liquidar un apellido o cambiar el orden’ (lo hará). No va a afectar en nada”.
Según la autoridad, estos trámites deberán ser resueltos por el Órgano Electoral y tendrán carácter meramente administrativo.
El matrimonio colectivo de 300 parejas que se casarán bajo la ritualidad andina fue pospuesto por un problema financiero, y porque las solicitudes sobrepasaron las expectativas. La celebración, que estaba prevista para el 21 de marzo, se trasladó para el 3 de mayo, cuando se celebra al Señor de la Cruz en la tradición católica y la ceremonia tendrá lugar en el santuario de Copacabana, en el departamento de La Paz.
Hasta fines del mes pasado se registraron 500 parejas pertenecientes a diferentes regiones y culturas, como chipayas, afrobolivianos y otras.
Autoridades del Viceministerio de Descolonización seleccionan las solicitudes para comprobar que no tengan problemas de naturaleza alguna.
Con estos matrimonios laicos se pretende que las parejas desarrollen prácticas de respeto, no violencia y responsabilidad en el cumplimiento de derechos y obligaciones. También se quiere modificar la asignación de los roles sexuales, en tareas domésticas (la mujer lava, plancha, cocina) y las de proveedor (el hombre lleva el dinero a la casa).
Las parejas inscritas se casarán en ceremonias propiciadas por sus propias autoridades y bajo sus propias creencias. Los matrimonios serán reconocidos y legalizados por el Registro Civil por la vía de la homologación.
Para destacar
La legislación civil brasileña determina que los hijos lleven en primer término el apellido de la madre.
En Argentina, las personas solamente llevan el apellido paterno y no el de la madre en segundo término.
El Registro Civil argentino no permite el uso de nombres inventados. Los padres deben escoger uno de una lista oficial.
En España, los padres pueden escoger el orden de los apellidos de sus hijos, pero ante un desacuerdo, prima el paterno.
El Parlamento español estudia una ley para que en caso de desacuerdo, se aplique el orden alfabético.
En Camerún, la identificación de las personas comienza por el apellido paterno, el materno y los nombres.
En Estados Unidos, los hijos llevan el apellido paterno, pero antes usan la inicial del materno en sus nombres.