Egerton Crescent, una calle a dos pasos de Harrods y los museos de South Kensington, fue declarada como la arteria más costosa del Reino Unido, en una investigación encargada por el banco Lloyds TSB. Comprar una casa en esa exclusiva ubicación cuesta un promedio de 8,1 millones de libras esterlinas, unos 913 millones de dólares.
Una vivienda de cuatro dormitorios con un pequeño jardín se vendió recientemente, sobre esta calle, en 12 millones de libras, aproximadamente 74 veces el valor promedio de una propiedad en el Reino Unido, de 160.879 libras.
Todas las avenidas en la clasificación de Lloyds, que examinó los datos del catastro desde 2007 hasta ahora, están en Londres, en su mayoría en el barrio de Kensington y Chelsea. Pese a la crisis, los precios de las propiedades inmobiliarias en la capital siguieron aumentando, gracias al interés de ricos compradores internacionales en busca de inversiones seguras.
Sobre la fuerte presencia del barrio de Kensington y Chelsea en la clasificación, Nitesh Patel del Lloyds dijo que “en los últimos años, su ubicación en el centro de Londres y su arquitectura clásica atrajeron a ricos y empresarios extranjeros, haciendo aumentar los precios inmobiliarios”.
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