“El ser humano tiene debilidad por el sexo, a todo el mundo le gusta hablar de él y mucho más practicarlo”. Así empieza la contraportada del libro que escribe la española Miren Larrazábal, miembro del Comité Ejecutivo de la Federación Europea de Sexología, en la presentación de su libro Sexo para torpes.
El libro “es un proyecto para todos aquellos que desean tener una sexualidad sana, saludable y responsable”, asegura mientras incide en la importancia de conocer “a fondo” nuestra propia intimidad. “Cuánto más aprendamos de nuestra sexualidad, más disfrutaremos de ella”, dijo la autora a ElMundo.es.
Por ello, escribe capítulos dedicados a conocer nuestro cuerpo, sus zonas erógenas y a valorar nuestras propias conductas sexuales, así como da claves para mejorar las relaciones de pareja. Estos aspectos cobran especial importancia cuando tienen que ver con las disfunciones sexuales, que asegura, aumentan la probabilidad de padecer alguna de ellas.
“Entre el 30 y 40% de los hombres tiene alguna disfunción sexual a lo largo de su vida y en el caso de las mujeres las cifras pueden aumentar hasta un 35 ó 50%”, detalló.
Falta de información
También dedica un especial apartado a desterrar mitos y falsas creencias, porque Sexo para torpes nace, sobre todo, de la necesidad de informar, de trasmitir ciertos conocimientos que, en algún momento, serán útiles a lo largo de la vida.
“Para ser feliz sexualmente hay que tener información, para disfrutar y poder gozar de verdad debemos tener las herramientas necesarias para ello”, explicó la autora. Y precisamente de información, o más bien de falta de información, habla el psicólogo Francisco Cabello, quien asegura que la sexualidad es uno de los pilares de la salud mental.
“Gran parte de los problemas sexuales que se presentan se deben a la falta de información, a las creencias erróneas que aún tenemos sobre el sexo”, afirma, por ello apuesta por la importancia de publicar este tipo de libro, “respetuoso con los datos, contrastado científicamente, y más interesante que muchos libros divulgativos”, aseguró Cabello.
La autora alabó la rigurosidad en los datos y en lo científicamente contrastado que está el libro. “Durante el franquismo el sexo se volvió un tema tabú y se borraron todas aquellas publicaciones que habían existido ya a finales del siglo XIX. Y todavía no nos hemos recuperado del todo”, lamentó.
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