Por ahora se trata sólo de una millonésima fracción de segundo durante la cual un acontecimiento resulta invisible al ojo humano, pero es la puerta para futuros desarrollos, según informa el diario Le Monde.
En un artículo firmado por Moti Fridman, Alessandro Farsi, Yoshitomo Okawachi y Alexander L. Gaeta, miembros del equipo investigador, y publicado por la revista Nature, este dispositivo experimental no disimula un objeto en el espacio sino en el tiempo. Aprovechando las propiedades del espectro luminoso y el hecho de que los diferentes colores en los cuales éste se descompone se desplazan a velocidades ligeramente distintas, crearon un decalaje temporario que disimula a la vista un objeto o movimiento.
Primero emiten un rayo de luz verde en un cable de fibra óptica. Ese rayo atraviesa una lente que lo divide en dos frecuencias: una luz azul que se propaga un poco más rápido que el rayo verde original y una luz roja ligeramente más lenta. Esa diferencia de velocidad es acentuada mediante la interposición de un obstáculo transparente. El decalaje temporal que se crea entre los rayos azul y rojo que se desplazan por la fibra óptica es de apenas 50 picosegundos (una billonésima parte de segundo), pero eso basta para intercalar una descarga de láser de una frecuencia diferente. Luego de esta breve descarga, los rayos rojos y azules reciben un tratamiento inverso al anterior: un obstáculo acelera esta vez el rojo y frena el azul y una lente reconstruye los dos haces de luz para producir nuevamente un solo rayo verde. La descarga de láser, que dura 40 picosegundos, resulta indetectable porque no integra el haz de luz reconstituido.
"Nuestros resultados representan un paso significativo hacia la realización de una capa espacio-temporal completa", dijo Moti Fridman, de la Universidad Cornell de Nueva York, director de la investigación.
Ahora, el desafío para estos científicos es ampliar esa falla temporal lo suficiente como para invisibilizar acontecimientos. Pero su descubrimiento podría tener aplicaciones inmediatas, por ejemplo, en lo referido a la seguridad de las comunicaciones. Fraccionar señales ópticas y hacerlas viajar a velocidades diferentes antes de reunirlas nuevamente vuelve los datos especialmente difíciles de interceptar.
Darpa, la agencia del Pentágono que financió esta investigación, se ocupa precisamente de la puesta a punto de tecnologías emparentadas con la ciencia ficción.
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