martes, 10 de enero de 2012

El fin no está cerca

Las supuestas profecías mayas sobre el fin del mundo, el 21 o el 23 de diciembre de 2012, son "patrañas mediáticas", "disparates", "información manipulada por apocalípticos occidentales", pero sobre todo, "son un gran negocio para muchas personas".
Estas fueron las conclusiones a las que llegaron los 60 arqueólogos, historiadores y epigrafistas más reconocidos del mundo en estudios mayas, después de una semana de reuniones y trabajos en la comunidad mexicana de Palenque, cerca de la frontera con Guatemala.


Este encuentro académico, que reunió a universitarios de diez países, se llamó VII Mesa Redonda de Palenque y fue organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de México. Después de presentar medio centenar de estudios recientes sobre los calendarios y las concepciones del tiempo entre los mayas, los expertos en jeroglíficos realizaron una sesión especial llamada "Las profecías mayas para el 2012", en la que desmintieron muchos de los rumores propagados sobre la supuesta predicción maya del fin del mundo.
Laura Caso y Rafael Cobos, del Colegio de Posgraduados de Puebla; Erik Velásquez y Jesús Galindo, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); y Sven Gronemeyer, de la Universidad de La Trobe, Australia, dijeron que la gente no debe tener temor a las profecías apocalípticas de los filósofos del New Age o Nueva Era, pero tampoco deben ser demasiado optimistas de que va a nacer una mejor humanidad en el 2012, pues no hay ningún signo que nos indique esto, ni fue escrito por los mayas.


La cultura Maya tiene 3.000 años de historia. Se desarrolló en el sureste de lo que actualmente es México y el norte de Centroamérica. Existen rastros de ciudades mayas desde el año 800 antes de Cristo y posteriormente han sobrevivido, con numerosas modificaciones, hasta nuestros días.
Testimonio de los avances de esta cultura son ciudades como Chichén Itzá, Tikal, Palenque, Yachilán y muchas otras a lo largo de México, Guatemala, Belice, El Salvador y Honduras.
La etapa de mayor esplendor de la cultura maya prehispánica, en la que surgieron grandes avances matemáticos, calendáricos, astronómicos, arquitectónicos, políticos y de escritura, ocurrió en el Periodo Clásico, que se ubica entre los años 300 y 1100 después de Cristo. A raíz de estos grandes avances se generó una gran fascinación por esta cultura, la cual fue aprovechada por oportunistas, de acuerdo con los universitarios expertos en mayas.

Una fecha suelta
Entre los 15.000 glifos o inscripciones grabadas en piedra que han sido localizados en cientos de sitios arqueológicos mayas, únicamente uno hace referencia al solsticio de invierno de 2012 (entre el 21 o 23 de diciembre) como la fecha del fin de una era. El glifo está en el llamado Monumento 6 Tortuguero (foto principal).
El monumento de Tortuguero hace referencia a lo que ellos consideraban la fecha de inicio de la actual era (el 8 de septiembre del año 3144 antes de Cristo, según nuestro actual calendario gregoriano) y, como espejo, incluye otro glifo que, aparentemente marca el fin de esa era, que se mide con un calendario especial llamado Cuenta Larga.

El epigrafista Sven Gronemeyer afirma que el glifo sobre esa segunda fecha ha sido mal interpretado, aritmética y epigráficamente. “En primer lugar, la aritmética del calendario y los ejemplos de las inscripciones demuestran que la Cuenta Larga es, literalmente, una barra de tiempo indefinido, lo que significa que no termina en un punto determinado del tiempo. En segundo lugar, un examen cuidadoso del texto del Monumento 6 de Tortuguero nos permite una nueva interpretación de los acontecimientos que en Tortuguero estaban por venir. En lugar de un escenario catastrófico nos revela eventos de la historia local donde la culminación era la llegada de una deidad que ellos llamaban Kún Bolon Yokté”, explicó Gronemeyer.
Erik Velásquez, historiador y epigrafista del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, detalló que en la concepción del tiempo maya los dioses adoptaban características de personajes históricos y los gobernantes tenían características divinas. Todo en un patrón cíclico.
“El fin del mundo está más asociado con la concepción del mundo judío-cristiana que con la cultura maya. Los mayas eran un pueblo que tenía más confianza en la estabilidad de los ciclos y los rituales de sus gobernantes representaban esos ciclos. Además, los mayas no eran fatalistas, sabían que los seres humanos podrían estabilizar el futuro con sus rituales”, indicó el experto de la UNAM.

Lo que sí ocurrirá
Aunque habrá muchos que quedarán decepcionados de los mayas si creyeron las supuestas profecías del fin del mundo, que en realidad surgieron en Estados Unidos hace 30 años, sí habrá una predicción maya que se cumplirá y que demuestra su verdadero genio.
El próximo 5 de junio de 2012, cuando el sol baje su brillo, minutos antes de ocultarse, será posible ver un pequeño punto negro que cruza por encima del disco solar. Ese punto negro será el planeta Venus, que realizará un tránsito por enfrente del sol, en lo que representa un pequeño eclipse, que se repite cíclicamente y sí fue predicho por los mayas, en diferentes inscripciones.
“Una vez que nos alejemos de la confusión que han creado quienes han aprovechado datos mayas para hacer un gran negocio, veremos los verdaderos datos mayas, los valoraremos como avances de los que nos debemos sentir orgullosos y le daremos un sentido positivo a todo el conocimiento maya tan avanzado, que actualmente ha sido distorsionado”concluyó el arqueoastrónomo Jesús Galindo, de la UNAM.

Hubo una predicción que no se cumplió
El mejor ejemplo de que la idea del apocalipsis o el fin del mundo aparece después del contacto de los mayas con los españoles está en el libro Chilam Balam de Ixil, redactado por mayas colonizados en el siglo XVII, explicó el epigrafista e historiador Erik Velásquez, investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM.
En este libro, redactado en maya colonial, se predice el ‘fin del mundo’ para el año 1787, basados en las palabras del sacerdote babilónico Beroso, quien existió en el siglo III antes de Cristo. Sin embargo, esa predicción maya, influida por ideas judeo-cristianas, no ocurrió.

El universitario explicó, ante mayistas de diez países, que al leer la primera traducción completa del Chilam Balam de Ixil, encontró algo que le impresionó mucho y que desconocía, escrito en el folio 41 de ese libro maya escrito en la época colonial. Ahí encontró una cita que dice:
“En 129 años se acabará el mundo. Así lo dijo Beroso, por el incremento de gente en el mundo. En 1787 se acabará por lo mucho que aumentará la descendencia en la Tierra”
Al reflexionar sobre esa cita, el doctor Erik Velásquez dijo:
“Como todos sabemos, el mundo no se acabó en 1787. La profecía maya colonial no se cumplió. Esta es una verdadera profecía maya, influida por ideas del nuevo mundo, porque cita a un sacerdote babilónico, que vivió en el siglo III antes de Cristo. Este es uno más de los argumentos contra quienes dicen que se va a acabar el mundo en el 2012. Si esa profecía no se cumplió, lo otro, que no constituye ninguna profecía, pues mucho menos”.
Del mismo modo, se expresaron diferentes expertos, como el epigrafista australiano Sven Gronemeyer, de la Universidad de La Trobe, Australia.

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