Bill Gates, uno de los hombres más ricos del mundo convertido en filántropo de alto perfil, afirmó el miércoles en una entrevista con la AFP que no busca la fama a través de su labor en el campo humanitario para erradicar enfermedades como la poliomelitis.
"No necesito para nada ser recordado", señaló el cofundador de Microsoft, de 57 años, de visita en Nueva York.
Gates tiene una fortuna estimada en 66.000 millones de dólares, la segunda detrás de la del magnate mexicano Carlos Slim, y la satisfacción de saber que los productos Microsoft se encuentran en todos los rincones del mundo.
Pero el ahora filántropo asegura que desde que abandonó la dirección del gigante informático y se concentró en la fundación de Bill y Melinda Gates (su mujer) su atención se ha volcado al mundo de los más pobres.
"Ninguna de estas personas que pueden contraer polio saben nada de mí, ni tienen que saberlo. Se ocupan de los problemas de la vida diaria y el hecho de que sus hijos queden lisiados", aseguró en la entrevista llevada a cabo en un lujoso hotel de Manhattan.
Su fundación ya otorgó desde su creación unos 25.000 millones de dólares para combatir enfermedades y la pobreza extrema. En su arcas todavía quedan 36.000 millones, que Gates piensa destinar a las mismas causas.
"Con mi mujer decidimos que nuestra fundación gastará todo su dinero en los 20 años siguientes a nuestra muerte. No estamos tratando de crear algo perpetuo", explicó.
El objetivo número uno de la fundación es combatir la poliomelitis, una enfermedad contagiosa también conocida como parálisis infantil que afecta principalmente al sistema nervioso.
La enfermedad ha sido recientemente erradicada de India y Gates asegura que se puede lograr lo mismo a nivel mundial si logra controlarse en Afganistán, Nigeria y Pakistán.
"Antes de que muera no solo seremos capaces de erradicar la polio, sino que también la malaria estará al alcance de la mano", sostuvo.
Para Gates, los tradicionales paquetes de ayuda de los países ricos a los pobres han sido ineficaces, o peor.
"Mucho de eso era más para comprar amistades y casi no debería ser llamada ayuda", señaló en referencia a lo ocurrido durante la Guerra Fría cuando Occidente y la ex Unión Soviética luchaban por extender su influencia en África y otros lugares del mundo.
Por ello, Gates está a favor de mirar más al mundo empresarial e incorporar objetivos específicos, con un seguimiento cercano de los progresos efectuados.
"El mundo empresarial siempre está enfocado en objetivos cuantificables y, si no se logran, no se obtiene el capital y en los casos extremos la compañía quiebra", ejemplificó.
"Gobierno y filantropía no funcionan del mismo modo", agregó.
La visión de Gates de aplicar métodos utilizados en el mundo empresarial para el ámbito de la ayuda internacional están detallados en su carta anual de 2013 lanzada el miércoles y que puede leerse en el sitio http://annualletter.gatesfoundation.org/.
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