La experiencia de conocer el Caribe en un crucero es única y podría considerarse, por su costo, como una mejor y más completa vacación que la que se contrata en hoteles que tienen el plan “todo incluido”.
Pude comprobar lo fascinante que es un crucero al navegar en uno de la Royal Caribbean, denominado Grandeur of the Seas.
Inmediatamente después de abordar quedó claro que nadie usa esmoquin, como algunos temen, que hay pasajeros de todas las edades y que la tripulación de 700 marinos, de más de 50 nacionalidades, habla una gran variedad de idiomas, incluyendo, por supuesto, el español.
Además, el barco tiene un estilo único y cuenta con bóvedas de cristal, claraboyas y ventanas de piso a techo que garantizan una fantástica vista del mar y de todos los puertos que se visita. Podría decirse que los pasajeros se sienten como parte del paisaje caribeño y que en ningún momento tiene uno la impresión de estar encerrado.
Diversión
Con el paso de los días confirmé lo que intuía: un crucero ofrece muchísimas posibilidades de diversión. El Grandeur of the Seas cuenta con decenas de actividades y atractivos para toda la familia, incluyendo programas para bebés y niños. Tiene 11 cubiertas, cada una con diferentes actividades: espectáculos al estilo Broadway en el teatro Palladium, cinco restaurantes, ocho bares, una discoteca de clase mundial, casino para los jugadores, solarium sólo para adultos con techo de cristal retráctil y piscina interior, piscina exterior con tinas con jacuzzi, café bar, spa y gimnasio de primer nivel, pared para escalar, pista para trotar o caminar y muchas cosas más.
De hecho, cada pasajero recibe por la mañana un programa, el Cruise Compass, con actividades para todas las edades, que abarcan prácticamente las 24 horas del día. La gran mayoría de la tripulación del barco está conformada por personas que se dedican a entretener a los pasajeros. Asistimos a clases de yoga, baile, preparación de tragos y cocina. Había muchas más ofertas, hasta de ¡doblado de servilletas! Fui a sesiones de masaje y acupuntura, subastas de arte, bingos y música en vivo de todo tipo. Se organizan torneos deportivos de ping-pong, voleibol y escalada de paredes. Y mucho más.
Máxima limpieza
Como soy un poco maniático, para comprobar la higiene de las cocinas pedimos autorización al capitán del barco para visitar la cocina principal y nos llevamos la grata sorpresa de que está construida de acero inoxidable y que su limpieza es comparable a la de un hospital.
Los chefs que conocimos a bordo nos contaron que uno de los requisitos para su contratación fue el haber trabajado en destacados restaurantes de las principales capitales del mundo. La calidad de los platos servidos en los diferentes restaurantes demuestra la experiencia de estos artistas de la cocina.
Tecnología para navegar
Debido al gran tamaño de estos cruceros modernos el vaivén de las olas no influye mucho en el movimiento del barco. Además, la nave cuenta con unos estabilizadores, que son como aletas laterales, que reducen su movimiento. A pesar de estos avances técnicos, alguna persona sensible al movimiento puede llegar a marearse pero generalmente un par de pastillas antimareo es suficiente para solucionar el problema. De todas maneras, al cabo de un par de días, los pasajeros se acostumbran al ligero vaivén y los eventuales mareos desaparecen.
Toda persona que sube a un barco tiene el miedo de naufragio. Los oficiales de turno explicaron que el riesgo de choque con un iceberg, como el que hundió al Titanic, por ejemplo, es imposible porque la nave dispone de radares y alarmas que permiten esquivar cualquier obstáculo que se interponga en el rumbo del barco. También explicaron que los tsunamis no tienen ningún efecto en alta mar porque el barco los siente como una pequeña ola. Éstos son peligrosos sólo cuando llegan a la costa.
El riesgo de encallar en un fondo poco profundo del mar, como el que sufrió el crucero Costa Concordia en Italia, hace algunos meses, se reduce prácticamente en su totalidad al tener unos rumbos muy bien definidos y unos procedimientos garantizados para atracar el crucero.
A la experiencia del viaje hay que sumarle la aventura de conocer ciudades costeras donde uno puede pasar el día haciendo turismo, comprando souvenires o disfrutando de la comida local y del paisaje.
Una naviera global
La empresa naviera Royal Caribbean posee varias líneas de cruceros: Azamara Club Cruises para pasajeros muy exigentes, con barcos medianos y que ya han alcanzado el segundo puesto en el ranking mundial de las mejores líneas de cruceros de porte mediano.
Le sigue Celebrity Cruises, que es catalogada como la mejor línea de cruceros del mundo en barcos de lujo de gran porte.
Luego está Pullmantur Cruises, con un estilo mediterráneo y tripulación completa de habla hispana.
La Royal Caribbean tiene los barcos más innovadores, con opciones para todas las edades y gustos; sus barcos Oasis of the Seas y Allure of the Seas los más grandes, con tantas opciones de diversión y entretenimiento que una semana es insuficiente para disfrutarlos: 30 bares, 22 lugares para comer y atracciones inéditas como un deslizador de agua para hacer surf o un tobogán gigante.
Royal Caribbean posee 42 barcos que recorren todos los mares del mundo y tiene más de 2.500 empleados y 25.000 marinos, con un ingreso bruto aproximado de 5.000 millones de dólares. Royal transporta anualmente más de cuatro millones de pasajeros.
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