Los hechos ocurrieron el pasado miércoles cuando las autoridades de Cincinnati fueron requeridas por varios transeúntes, quienes denunciaron que el joven Charles Marshall de 28 años, estaba manteniendo relaciones sexuales en espacio público con un oso de peluche.
Los policías descubrieron al joven in fraganti, mientras practicaba sexo en una vía pública, muy cerca de un hospital, con un oso de peluche con el que se mostraba muy complacido.
Pero no es la primera vez que este joven comete este tipo de actos, según los antecedentes judiciales que almacenan en el juzgado municipal, muestran que Marshall ya había sido condenado otras tres veces por conductas indecentes en público, según informa un diario estadounidense.
Al joven le espera un juicio en el que se debe enfrentar a cargos por exposición deshonesta, mientras tanto se encuentra encarcelado.
Tan sólo multas y cortas condenas en la cárcel no han servido para que el joven evite ésta conducta. El fetiche de obtener placer sexual con mascotas de peluche y otros muñecos puede ser diagnosticado como Ursugalmatofília.
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