Un hecho curioso ocurrió en Ascensión (Guarayos) la tarde de ayer, cuando una joven madre (25), tras una repentina enfermedad, fue dada por muerta por sus familiares y amigos que se encontraban junto a su lecho de agonía en el barrio Santa Rosa.
Tras su ‘muerte’, contó Irene Nachón, una familar, “ante el llanto y dolor y sin consulta médica previa, fue tendida en el centro de la sala a la espera de que llegue el ataúd de la funeraria. Al cabo de dos horas la joven (F.Ch.V.) se movió y abrió los ojos ante la sorpresa de unos, susto para la mayoría presente y alegría para los otros”, concluyó. /DA
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