viernes, 22 de junio de 2012

Saidi, la faceta artística del arte marcial egipcio

Entre giros, saltos y movimientos de cadera, la delicadeza y feminidad marcan el ritmo de bailarinas que, con agilidad y ligereza, giran una vara vertical, horizontal y transversalmente para representar las maniobras de las artes marciales egipcias.

El saidi -baile folklórico árabe que se originó en el Alto Egipto- proviene del tahtib, un arte marcial practicado por hombres de la región que usaban bastones de bambú como arma de defensa.

Esta danza grupal, cargada de fuerza y alegría, es representada en La Paz por el ballet Zahara Danzas Árabes, en el que cinco bailarinas dominan el escenario para dar a conocer esta faceta de la cultura oriental, muchas veces menguada por las populares “danzas del vientre”.

Rossana Camacho, instructora de Zahara desde hace cinco años, indica que el uso de un velo que cubre el cabello y de vestidos que llegan al tobillo muestran una tendencia conservadora que lo diferencia de otros bailes árabes.

Además de una tira de monedas doradas que adorna la frente y el caderín de las bailarinas, el resto de la indumentaria es simple y con colores enteros y sobrios.

“No se sabe a ciencia cierta cómo habrían adoptado las mujeres la costumbre de bailar con bastón, pero algunos suponen que en las reuniones, donde los hombres bebían y se embriagaban, las mujeres evitaban las riñas tomando los bastones de ellos, interponiéndose y apaciguándolos con una danza”, explica la profesora argentina de danzas árabes Laura Martínez desde su blog.

Otras versiones sostienen que cuando las mujeres de las tabernas bailaban frente a un público de varones, les robaban los bastones a modo de juego y provocación, y bailaban con éstos para interactuar con el público.

En Bolivia, este baile empezó a difundirse hace menos de una década. Si bien la veintena de compañías de danzas árabes que operan en el país la conoce, pocas la ponen en escena por tratarse de un baile más autóctono y menos estilizado.

Para Fabiana Jordán, miembro del ballet Zahara, el saidi requiere mucha disciplina y concentración. “Lo primero que se aprende es a disociar las partes del cuerpo. Se necesita tener conciencia corporal para hacer los movimientos precisos y de forma independiente”, explica.

El manejo de la vara, por otro lado, demanda dominio y práctica de la técnica. Como una hélice antes de emprender vuelo, éstas deben girar en una dirección y en un ritmo constante y veloz.

Durante los ensayos, recuerda la bailarina Rocío del Carmen Moreira, es común recibir golpes con el bastón, o hacerlo caer repetidas veces por la falta de control. “Pero con la práctica una se acostumbra y pronto pierde el miedo”, agrega.

Con los pies descalzos desarrollan coreografías coordinadas que dan un tono esencialmente grupal y enérgico. Como si se tratara de una celebración, las bailarinas muestran su carisma y destreza con la vara que, por ningún motivo, dejan de lado.

La bailarina Jimena Maldonado explica que, sin importar el número de participantes, por lo general en el saidi los varones y las mujeres no bailan juntos; pero si se diera el caso, no hay contacto alguno al tratarse de una danza tradicional.

Al ritmo de instrumentos nativos como el rebaba, una especie de violín; el mizmar, similar a una flauta, y el dumbek, para la percusión, la música popular saidi se caracteriza por sus sonidos agudos y penetrantes.

Y aunque en cada país esta danza árabe se representa de diferentes maneras, en todos los casos se hace alusión a este arte marcial difundido y acogido por centenares de personas en todo el mundo.

Capoeira, danza de Brasil
La capoeira es una forma de arte brasileño que combina facetas de artes marciales, música y deporte, así como expresión corporal.

Desde siempre, la capoeira se practica en ruedas, que son una especie de “luchas amistosas sin contacto”, aunque no siempre es así. Las personas forman un círculo cerrado entre practicantes y músicos, que llevan el ritmo e intensidad del “juego” donde se muestra la agilidad.


Tricking, una fusión de tres estilos


El tricking combina la gimnasia deportiva, las artes marciales y el break dance para crear una estética de mortales, patadas y giros.

Se originó por un grupo de artistas marciales que buscaba hacer algo distinto, combinando técnicas variadas de lucha y movimiento.

Se puede practicar en cualquier sitio al aire libre, siempre que las condiciones del terreno sean apropiadas.


Wu Shu - Dance, baile de China


Es una danza con base en las artes marciales chinas tradicionales y el movimiento contemporáneo. Se la considera una forma de disciplina física, mental y energética.

Cada estilo de esta danza fomenta agilidad, coordinación, elasticidad, equilibrio, fuerza, concentración, precisión y elegancia.

Al ser una disciplina muy flexible en sus estilos, por lo general es adaptada a las artes escénicas, como el teatro y el cine.

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