martes, 12 de febrero de 2013

La belleza de lo tradicional: El paraguas chino

ara protegerse del sol o de la lluvia, el paraguas es un accesorio indispensable en Taiwán. Durante varios siglos, la gente prefirió el modelo plegable, fácil de llevar, pero ahora muchos están redescubriendo la belleza de lo tradicional.

Por LEROY TORNAZAKI

TAIPEI.- En Taiwán, los paraguas son un objeto de primerísima necesidad para quien desea andar bien protegido, ya que el clima subtropical predominante en la isla a veces aporta inesperados chaparrones. En otros momentos, la luz del sol es tan intensa que cientos de mujeres los usan para evitar un bronceado indeseado.

Actualmente, en las grandes tiendas de Taipei, se venden paraguas a granel, de todo tamaño, color y contextura. Entre todos, el que gana por su belleza es el tradicional paraguas chino de papel cubierto con aceite de “Tung”. Con armazón de bambú y hermosos dibujos o caligrafía como adorno, son objetos nostálgicos que evocan de inmediato al clásico kimono.

LOS PRIMEROS “GAI”

El primer ideograma chino para referirse a un paraguas fue un carácter que significaba “cubierta” (gai). Según las leyendas, este objeto fue inventado durante el Período de la Primavera y el Otoño (722 – 484 a. C. La primera prueba escrita de la existencia de los paraguas informa: “Confucio vivió entre 551 y el 479 a. C.

Los artesanos modernos suponen que los primeros “gai” tenían varillas de bambú y todo su armazón estaba cubierto con seda. Sin embargo, a pesar de su belleza y elegancia, este modelo no era muy práctico en el sur de China, cuyo clima es tropical y lluvioso. El problema se solucionó con el papel impregnado en aceite de “Tung”, un óptimo impermeabilizante.

La fabricación de este tipo de paraguas es la especialidad de Meinung, una antigua ciudad sureña de Taiwán, donde las técnicas se legaron de generación a generación. De la produc-ción artesanal se pasó a la masiva y de allí a la exportación. La demanda de paraguas comunes se intensificó gracias a su facilidad para plegarse y reducir en tamaño. Sin embargo, algunos talleres sobreviven brindando un producto genuino hecho a mano, armado con gran cuidado y habilidad.

¿CÓMO SE HACE UN PARAGUAS?

Para hacer los modelos tradicionales, el primer paso es coser el bambú que sirve de armazón. Debe emplearse un bambú especial, duro y flexible a la vez, que debe ser remojado en agua durante un mes para que se pierda la savia que atrae a los insectos. Después se fabrican las varillas, la cabeza y el mango. Se emplea un taladro para hacer los agujeros más difíciles en las varillas. Luego se las ata con hilo de algodón y, por último, se pega el papel “mienm” sobre el armazón, con un adhesivo hecho con jugo de caqui. Una vez acabado, el paraguas es puesto a secar al sol. Finalmente, se le aplica una capa de aceite de “Tung” para volverlo impermeable.

Al artesano más hábil, construir un paraguas le lleva por lo menos medio día, lo cual explica el éxito de la producción masiva y mecanizada. Pero, por suerte, aún es posible decir que en Meinung hay personas dedicadas a crear estos objetos útiles y de destacada belleza. (ANSA).

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