domingo, 15 de julio de 2012

Menores de 18 que se encuentren bebiendo irán a terapia con sus padres

El consumo y la venta de bebidas alcohólicas a menores de 18 años estará prohibido en todo el territorio nacional. Los adolescentes y jóvenes que incumplan la normativa serán llevados a la Defensoría de la Niñez en primera instancia y en caso de reincidencia tendrán que asistir a una terapia acompañados de sus padres. Con estas medidas la nueva Ley 342 de Control al Consumo y Expendio de Bebidas Alcohólicas busca evitar que los menores beban cada vez más a temprana edad.

La nueva ley busca disminuir el consumo en la sociedad y evitar que los menores de 18 años ingieran alcohol.

La norma establece en su Artículo 20 la prohibición de expendio de bebidas alcohólicas a menores de 18 años por lo que los locales “estarán obligados a exigir el documento de identificación original, que permita comprobar la mayoría de edad”.

Actualmente, las autoridades realizan inspecciones en los locales de expendio y consumo de bebidas y al identificar menores de edad son trasladados a dependencias de la Defensoría de la Niñez.

La directora de la Defensoría de la Niñez, Mabel Montaño, explica que el traslado de los menores implica adoptar una medida de protección social.

“Es decir de colocar bajo el cuidado y protección del progenitor, del tutor para que haga seguimiento del niño o adolescente”, dice Montaño agregando que también brindan apoyo psicológico.

En casos de reincidencia de los menores en el consumo de bebidas alcohólicas y de “conductas extremas”, según establece el Código Niño, Niña y Adolescente, los casos deben pasar a conocimiento del Juzgado de la Niñez y Adolescencia para que el juez pueda determinar medidas como trabajos comunitarios, para el progenitor o el adolescente, en beneficio de la sociedad, pero esta medida no se ha estado aplicando principalmente por el pedido de los padres para que sus hijos infractores de la norma no cumplan la sanción.

“Debe haber una corresponsabilidad de las familias, comunidades, organizaciones sociales, medios de comunicación, población en general para evitar problemas de conducta, evitar llegar a casos extremos como los niños en situación de calle”, expresa la directora de la Defensoría.

El Artículo 36 de la nueva norma determina medidas socieducativas. Los menores de 18 años de edad que consuman bebidas alcohólicas, serán conducidos a las Defensorías de la Niñez y Adolescencia dependientes de las alcaldías. La primera vez deberán ser recogidos por su padre, madre, tutor o tutora.

La ley también establece que la segunda vez deberán ser recogidos por su padre, madre, tutor o tutora “quien asumirá la responsabilidad de que tanto el menor como el padre o tutor asistan a cursos, charlas, terapia familiar o socioeducativa en la forma y plazos previstos por los Gobiernos Autónomos Municipales, en coordinación con la Policía Boliviana”.

El Artículo 22 hace referencia al consumo de bebidas alcohólicas en compañía de menores de 18 años de edad en establecimientos de acceso público “salvo en casos de degustación y/o acompañamiento de alimentos”.

El Artículo 23 determina la restricción al tránsito en vía pública en estado de embriaguez y en compañía de menores de 18 años.

El incumplimento de las disposiciones de la ley está sujeto a sanciones.

El riesgo mayor se da a partir de los 16 años

La directora de la Defensoría de la Niñez, Mabel Montaño, explica que conforme a un estudio realizado en ocho distritos de la ciudad de Cochabamba se ha dado a conocer que los adolescentes a partir de los 16 años están en situación de riesgo frente al consumo de bebidas alcohólicas.

Según los resultados del estudio entre las edades de cero a cinco años los niños están en riesgo de abandono, de seis a 14 años son sujetos de explotación laboral y a partir de los 16 está la relación con el consumo de bebidas alcohólicas que va asociado con el “embarazo precoz” o “embarazo adolescente”.

“Hemos podido visualizar a través de las estadísticas que se tienen más denuncias en las zonas periurbanas”, dice Montaño agregando que se trata de zonas y barrios de migrantes, donde principalmente los padres de familia están ausentes por trabajo o son familias desestructuradas o en las que existe violencia intrafamiliar.

La incidencia de los casos es diferente en los distritos, las zonas más alejadas tienen mayores riesgos para los niños y adolescentes respecto al consumo de alcohol.

Realizar este diagnóstico por parte de la Defensoría tiene como finalidad fortalecer las familias y ejecutar programas con educación en valores, deserción escolar, desestructuración familiar y otros problemas a través del servicio de Apoyo Familiar.

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