martes, 31 de julio de 2012

Tierrita y palitos, juegos rústicos que aún quedan

Faltan varios juegos en este recuento. Por ejemplo, el gallito, que se juega con un alfiler y con la semilla del árbol del mismo nombre. Los niños de hace 30 y más años construían volantines con paja, papel de seda y cera. La habilidad está desapareciendo, pero la costumbre no, porque en los parques se venden volantines de plástico. Además, el viento del noroeste siempre está. El topo, una especie de badmington que se jugaba a mano, todavía se consigue en algunas tiendas de artesanía en provincia. Es una bolsita con un contrapeso y plumas en la punta. El ‘sacapiojo’ se hace de papel. Se introducen los dedos y se pinta el interior de colores o con frases. Se puede jugar a adivinar qué frase o qué color saldrán. Lo juegan las niñas. Hay más juegos: el elástico, la rayuela o mundo y todos los que implican la formación de equipos, como las escondidas. Un gajo con varias ramas servía de improvisado transporte. Un niño se sentaba en las ramas y otro, tomando el gajo, lo arrastraba. ¡Qué polvareda se armaba, y qué cuchuquis quedaban!


MUÑEQUITOS DE BARRO
Claves. Se debe hacer bolitas de diferentes tamaños. Las grandes para el cuerpo y las pequeñas para las extremidades.
Recurso. Agua. Para darles forma y alisar los contornos.
Secado. Con una hora al sol, quedan listas.
Formas: Platitos, cocinitas, animales. En la zona andina se los elabora para San Juan. Se atrae así la abundancia.







EL TELÉFONO DE LATITAS
“Hola, ¿me escuchás?”, es la inevitable frase inicial cuando se utiliza este añejo teléfono.       
Consejo. El sonido retumba dentro de la lata, así que es necesario alejarla un poco de la boca. Basta un par de centímetros.             
 Material. Cualquier hilo sirve, pero el clásico cordel para trompo es un excelente conductor. Sugerencia: se puede usar hilo de pescar.



PELOTA VOLADORA
Detalle. No basta con un calcetín. Tiene que ser un par. Así se garantiza que el juguete resista los golpes.
Reglas. La mayor falta es el golpe en la pita, que se amarra a un poste. “¡Pita!” se suele gritar. En este caso, se penaliza cediendo el saque al otro jugador.
Ganador. Quien logre enrollar todo el hilo en el poste, gana. Hay quienes incluyen en el relleno una bolita de barro.







TROMPO
A mano. Hace décadas era frecuente hacerlo a mano. Se utilizaba madera de jorori, guayacán, juno o toco toco, cuenta Eusebio Parada. En ocasiones, la madera de guayabo servía.
Paciencia. Se corta la cabeza del clavo. La puntadebe ser desgastada para que quede ‘sedita’ o suave.
Tamaño. A voluntad. El cordel, de algodón.

EL ARO
En el campo. Se utilizaban bejucos, como cuenta Gerardo Quispe. Unían los extremos con trapitos e impulsaban el aro con una rama.
En la ciudad. Se usa el fierro dulce y una vara de alambre galvanizado.
Opción. Los aros de bicicleta.
Retos. Hacer rodar el aro por lugares estrechos, como puentecitos de madera o el pretil de la acera.

RUN RUN
Materiales. 60 centímetros de hilo. Un botón. Se introduce el hilo por dos agujeros. Se puede usar una tapa de botella.
Uso.  Se toma ambos extremos del hilo, se lo hace girar y luego se jala suavemente. El botón girará y seguirá envolviendo el hilo en ambos sentidos. El sonido le da el nombre al juguete.
Broma. Es muy molesto envolverlo en el pelo. 

MUÑECAS DE TRAPO
Materiales. El diseño más básico consiste en una bolsa rellena con tela, papel o algodón a la que se amarran hilos para formar las extremidades. Lana o tiritas de tela sirven para hacer el pelo.
Rostro. A veces se pintan los rasgos o se cosen botones para los ojos.
Indumentaria. Los retazos de tela sirven para hacer blusas o faldas.









EL CLÁSICO
Camioncito. Este pedazo de madera blanda, tallado rápidamente, fue irresistible para Jorge. Comenzó a construir caminitos y pronto apretó los labios para hacerlos vibrar: es el motor.
Materiales. La lata ovalada de sardinas con un extremo levantado a manera de cabina es ideal. Hasta puede llevar carga. A veces, cuenta Ángel Farell, se pueden utilizar ladrillos.



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