jueves, 25 de abril de 2013

Monturas como reliquias

Hechas a mano y solo con madera, las monturas de gafas graduadas del japonés Yoshihisa Yabuuchi son una joya artesanal y del diseño que se pueden adquirir por unos 1.200 euros (1.540 dólares), eso sí, tras dos años en lista de espera.

El meticuloso Yabuuchi trabaja en la óptica familiar de la ciudad de Fukushima (norte de Japón), un negocio de más de 137 años de historia, desde donde fabrica por encargo las exclusivas monturas.

"Tengo 32 pedidos, pero solo he podido entregar 18 hasta ahora por lo que hay una lista de espera de dos años", reconoce el diseñador, que tarda más de un mes en hacer cada montura mientras atiende a los clientes de la óptica.

TENDENCIA. La madera se han convertido en una tendencia clara en el mundo de la óptica y grandes marcas como las estadounidenses Capital o Shwood y las europeas Gold & Wood Paris, Herrlicht o W-Eye se han sumado al carro.

También lo han hecho las grandes firmas de la moda y el lujo como Louis Vuitton y muchos pequeños diseñadores de todo el mundo pero en el caso de las realizadas a mano por Yabuuchi lo que las hace únicas es que se fabrican exclusivamente de madera, sin utilizar pegamento o elementos metálicos.

El joven diseñador japonés estudió diseño en Reino Unido donde adquirió un gusto más visual y arriesgado del producto en el que su familia llevaba trabajando más de un siglo.

En realidad, llevaba cinco años diseñando sus monturas de gafas con madera cuando en diciembre de 2009 se aventuró a fabricarlas sin nada que no fuera ese material.

DATOS IMPORTANTES

Material

Sus monturas están hechas de cerezo, nogal negro, arce y caoba, además de unos delicados tornillos también de madera de 1,2 milímetros.

Originales

Desde su pequeña óptica relata que de joven, aunque decidió seguir con el negocio familiar, estaba obsesionado con diseñar gafas originales y pensó en la madera "ya que pasaba mucho tiempo en el bosque donde iba a buscar setas".

Inspiración

Su inspiración son las monturas del fabricante alemán Herrlincht, por su diseño y belleza, aunque Yabuuchi considera que, a su juicio, tienen un defecto, el uso del pegamento, por lo que se propuso mejorarlas

Dificultad

"Lo más difícil es que no se rompan mientras las hago, ya que en ese caso tengo que empezar de nuevo", explica el diseñador, que relata con detalle cómo es su laborioso trabajo.

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