domingo, 20 de enero de 2013

En Santa Cruz se acullica hasta en reuniones de fraternidades


Los campesinos, los camioneros, los albañiles y algunas amas de casa, además de los universitarios, los abogados, los integrantes de fraternidades y hasta gente de la clase alta cruceña, a todos ellos los une algo: la coca, esa hoja milenaria que consumen y hasta disfrutan durante largas jornadas de trabajo o en grandes eventos sociales.

La cultura del acullico ya ingresó con fuerza a la sociedad cruceña que le abrió los brazos. La hoja de coca se pone entre la mejilla y la mandíbula y se masca, provocando un bolo salivozo que hace adormecer el cachete. La Dirección General de la Coca e Industrialización (Digcoin) informó en 2011 que cada mes se destina un millón de libras de coca para el consumo tradicional en Santa Cruz, lo que convierte al departamento en el primero del país, con un 60% del consumo total de la hoja en Bolivia. Es decir que en esta región se consume más que en La Paz o en Cochabamba.

En Santa Cruz de la Sierra hay más de 30 puestos de venta de coca al menudeo y los comerciantes que los atienden coinciden en que, durante los últimos diez años, se ha registrado un cambio radical en los hábitos de consumo y en quienes compran el producto.

El cambio, dice María Contreras, una comerciante en la zona de Pampa de la Isla, consiste en que la coca ahora es un producto para todo público y que no solo la compran los campesinos, sino también los que antes la rechazaban. “Conocí a una mujer que hace cinco años compraba coca para sus trabajadores en el campo. Ella decía que le daba asco la hoja. Pero quién iba a creer que ahora consume”, cuenta la mujer.

Amas de casa que consumen coca hay varias. Una de ellas es doña Ximena, una mujer de 52 años que coquea desde que le diagnosticaron diabetes. “Acullico todo el día. Mata mi ansiedad y me ayuda a comer menos”, cuenta ella, que le contagió el gusto por la coca a su esposo, un abogado que cuando llega a casa se saca la corbata y coquea.

Alfredo Salazar no es abogado, pero sí un estudiante de In geniería. Cuenta que los sábados, en las reuniones de su fraternidad, la coca es un producto que no falta desde hace dos años. “Le hemos encontrado el gusto a la hojita”, dice y añade: “Incluso hemos descubierto con qué crema dental debemos lavarnos para que los dientes no queden verdes”.

También se la consume después de los churrascos y antes de empezar los viajes familiares. Así cuenta Joaquín Villalpando, que los viernes en la noche suele irse al campo con su familia. En Santa Cruz hay una empresa que se llama Coca social, que envasa hoja seleccionada al vacío para conservar el sabor, el color, para que no pierda sus propiedades con el clima.

El viceministro de Coca, Dionisio Núñez, dice que esta empresa hace contratos con eventos, como matrimonios, cumpleaños de gente acomodada. “La clase alta no puede comprar coca de la calle, necesita esta hoja seleccionada y paga muy bien para comprar coca”, dice y cuenta que el dueño de esa empresa antes vendía vehículos y como el comercio de la coca le ha resultado más rentable, se ha dedicado 100% a el Crónica de gente que cayó rendida a los placeres de la hoja y de un coquero arrepentido

Un chofer de taxi y un ingeniero civil se saludan en la avenida Virgen de Cotoca, a la altura de la zona Pampa de la Isla. Los dos están parados al lado de una bolsa con coca. Los dos miran ese producto verde y conversan que la hoja forma parte de sus vidas, como el vino o el cigarro, como la Coca Cola o la hamburguesa.

La diferencia entre ambos hombres es que el primero, el conductor, coquea casi todos los días, o mejor dicho, todas las noches. Desde las 21:00 hasta las 04:00. Desde que empieza a trabajar hasta que retorna a casa. Cuando está en su motorizado mete las hojas en la boca, una a una, va armando el bolo jugoso y de rato en rato lo acompaña con bicarbonato. Cuando la mezcla ya está espesa, la deja macerar, se le adormece el cachete y maneja horas sin descansar, buscando pasajeros, transitando las rutas de una ciudad que nunca duerme. “La coca es mi fiel compañera”, dice y aclara que en este rito hay placer, pero también necesidad. “Coqueo para no dormirme frente al volante, para soportar el peso de la noche”, asegura.

El otro hombre, el ingeniero civil, lo hace por puro gusto, como terapia de relajación. Le gusta que lleguen los viernes en la noche. Invita a un par de amigos y con ellos, con la coca en el cachete, se pone a charlar hasta que amanezca, hasta que su esposa le dice que ya está bueno, que es hora de irse a la cama.

¿Qué siente usted cuando coquea? “Tranquilidad, me relajo, es como una comunión entre los que ejecutamos esa actividad”, dice el ingeniero civil.
En una noche, este hombre y sus dos amigos consumen un cuarto de libra de coca que cuesta Bs 15 y un paquete de bicarbonato que vale Bs 2.

“Es una práctica económica. Solo hay que tener cuidado de no echarle mucho bicarbonato porque eso pela la boca”, aconseja este hombre de 60 años de edad.
Pero también existen los coquero-arrepentidos. Juan es uno de ellos. Él dice que ha dejado esa práctica porque se estaba enviciando, porque primero empezó coqueando cada 15 días, después cada semana y últimamente cada noche. “La dejé de un solo golpe. Ya me estaba asustando”, rememora.

LOS HECHOS SOBRE LA CONVENCIÓN DE VIENA

Un logro para el Gobierno
El gobierno boliviano celebró la legalización del mascado de la hoja de coca y el retorno de Bolivia a la Convención de Viena de 1961.

Otras perspectivas
El presidente Morales dijo que con ello no solo está reconocido el “pijcheo” sino también el cultivo de coca en Bolivia

La ONU aclara el tema
La oficina de la ONU en Bolivia advirtió que el retorno del país a la Convención no significa que haya sido legalizada internacionalmente.

La posición de Naciones Unidas
La planta sigue en la lista de las ‘sustancias controladas’ de la Organización de las Naciones Unidas.

Dicho y eco

“Empecé a coquear por un asunto de salud”. Un día estaba mal del estómago y me aconsejaron hacerlo. Me fue gustando y ahora me agrada hacerlo.”
Karina Benítez / Promotora de ventas

¿LA COCA ES COCAÍNA? / ESTUDIOS DISCREPAN SOBRE ELLO

El beneficio de la saliva en la coca
Hay estudios médicos que señalan que durante el mascado se inactiva el efecto de la cocaína que viene en la hoja, ya que la coca sufre una hidrólisis por efecto de la saliva y de los jugos gástricos.

El 1% de cocaína, según informe
Pero hay otros estudios que aseguran que la coca tiene aproximadamente un 1% de cocaína y que, al contrario a la anterior afirmación, que el alcaloide se activa con la saliva y el bicarbonato de sodio.

Lo bueno de coquear: mata el hambre
Las personas que coquean dicen que aguantan el hambre y no tienen sueño, se sienten lúcidos y pueden mantener conversaciones durante varias horas. También sienten beneficios en el sistema digestivo

Lo malo es que provoca adicción
Los ‘problemas’ pueden llegar al día siguiente. Hay gente que dice que siente ansiedad, cansancio, sueño y si coquea con bico, dolores en el interior de la boca y pierde sensibilidad en la lengua

“Habrá una ley de la coca y otra contra las drogas”
Felipe Cáceres / Viceministro De Defensa Social

MARCELO TEDESQUI - mtedesqui@eldeber.com.bo

EL DEBER habló en Chimoré-Chapare con el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres. Habla de la Ley 1.008 y del auge que vive Santa Cruz en el consumo de coca.

¿Qué pasará con la Ley 1008?
Estamos esperanzados de que a finales de mayo o junio, recibamos por fin el resultado del estudio integral de la hoja de coca que iniciamos hace tres años. El resultado de este estudio es la base fundamental para que en el Estado Plurinacional adoptemos medidas, y políticas públicas reales en base a una información fidedigna.
A partir de la conclusión de ese estudio, podremos modificar la Ley 1008 en dos cuerpos generales. Habrá una Ley general de la coca y otra de sustancias controladas fuerte, sólida, con elementos fundamentales como una ley de Extinción de Dominio de Bienes, para ser más eficaces en la lucha contra el narcotráfico.

¿Entonces la Ley 1008 se dividirá en dos leyes?
Por supuesto, ese es el camino que debemos seguir, para respetar lo que dice la Constitución Política del Estado.

En Santa Cruz, el consumo de la coca se ha extendido mucho. Ya no se la ‘pijchea’ solamente entre los migrantes, sino incluso en fiestas de comparsas de la alta sociedad, ¿a qué cree que se debe este fenómeno?
Ese es un fenómeno que se está registrando en distintos lugares. El estudio de la coca nos dará cifras cómo ha aumentado realmente el consumo de la hoja en el oriente boliviano.

¿A qué lo atribuye?
A que en el pasado el tema de la comercialización estaba restringida, había la política de frenar, incluso la producción tradicional. El aumento del pijcheo no solamente se registra en Santa Cruz, sino llega a todos los departamentos del oriente.
Estuve recientemente por Camiri, Villa Montes y Yacuiba. Para los hermanos argentinos es un lujo acullicar nuestra coca. En Villamontes he visto mujeres, jóvenes con su bolo. Trajinan además la hoja de coca en chusperas de cuero. Es un arte, el hermano oriental nos da clases en acullicar.

¿Por qué?
‘Pijchean’ en horas de la mañana, antes del trabajo meten su bolito, a media mañana, al mediodía, y a la noche, antes de dormir. Es increíble.

¿Hay datos de cuánta coca se consume actualmente en el oriente boliviano?
Es un error de la Dirección General de Coca e Industrialización no tener datos sobre este tema.

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