La sexta etapa (1992-2005) se caracterizó por una fiscalización estatal por parte del Inalco al movimiento cooperativo, especialmente al sector de telecomunicaciones. En 1992 se intervino al sector por desfalcos e injerencia política en las elecciones de las cooperativas telefónicas, obligando a éstas a analizar institucionalmente su reconstitución autonómica. Esta etapa concluyó con la disolución del Inalco y la creación de la DGC25.
La séptima y última etapa (de 2005 a la fecha) corresponde a la adecuación del cooperativismo a la nueva Constitución boliviana, que generó un nuevo intento de reforma legislativa, iniciada en 2008 mediante la Ley 3351. Así por delegación presidencial, el Ministerio de Trabajo dirigió el Conalco para ajustar el cooperativismo a la economía plural reconocida constitucionalmente. Ello indujo a diversas reformas en las leyes sectoriales que comprenden al sector cooperativo. La antigüedad de la Ley General de Sociedades Cooperativas, que data de 1958, fue observada por el Ejecutivo, y en el Parlamento se criticó y se critica su obsolescencia. Los cooperativistas la consideraron anacrónica para un contexto de democracia social económica y de economía plural. Esto quedó demostrado en un estudio de Concobol (2008), financiado por Socodevi, que concluyó en la necesidad de elaborar un anteproyecto de ley en junio de 2010. Finalmente, en agosto de 2011, y con el apoyo de la OIT, esta propuesta de ley -elaborada por el movimiento cooperativo bajo el liderazgo de la DGC- fue motivo de debate entre los sectores involucrados, a través de reuniones sectoriales entre el Viceministerio de Empleo, Servicio Civil y Cooperativas, la DGC, las federaciones y la Confederación. Al principio el proceso era considerado por algunas federaciones sectoriales como de adaptación constitucional, de ampliación funcional y de modesta reforma, por cuanto mantiene los mismos órganos, introduce las bases para un tratamiento fiscal diferenciado y otros aspectos de suma importancia para los sectores cooperativistas (...)
En definitiva, el movimiento cooperativo en Bolivia experimenta la transición a un nuevo marco jurídico que plasma los artículos contenidos en la nueva Constitución, fase que muy probablemente constituirá la octava etapa de la historia del cooperativismo en el país.
En abril de este año el gobierno de Evo Morales aprobó la nueva Ley General de Cooperativas. El mandatario dijo que las comisiones técnicas de su Gobierno avanzarán rápidamente en la redacción de los reglamentos que requerirá esta ley para su funcionamiento, que, según Concobol, son unas tres.
Robert Owen El creador del cooperativismo
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Este martes 14 de mayo se cumplió otro aniversario del nacimiento de Roberto Owen (1771), socialista utópico británico, considerado como el padre del movimien-to cooperativo.
Owen fue un pensador y activista del primer socialismo británico. Buscó la forma de promover una sociedad mejor desde su posición como empresario. Su gestión fue un experimento innovador, pues consiguió que la empresa arrojara beneficios introduciendo mejoras sustanciales para los trabajadores: elevó los salarios, sentó las bases de una seguridad social mutualista y proporcionó a los obreros condiciones dignas de vivienda, sanidad y educación. Este último fue para él el objetivo esencial, pues consideraba que una educación liberal y solidaria sería el mejor instrumento para acabar con la delincuencia y poner las bases para un futuro de justicia e igualdad.
Owen fue un pionero del socialismo, inspirado aún por la fe de los pensadores ilustrados del siglo XVIII en el progreso humano y en la posibilidad de reformar gradualmente la sociedad mediante la razón, el convencimiento y la educación.
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