Chicago, mayo 1994.- Los alumnos de una escuela primaria de Chicago se desembarazaron de un maestro que no les era muy grato, acusándolo falsamente de molestias sexuales.
La idea fue puesta en marcha por una niña de nueve años. “Doy un dólar a cada uno si se unen a mi denuncia contra el maestro Thompson”, dijo la niña a sus compañeros de clase. La oferta de dinero tuvo su efecto inmediato, y diez niños se adhirieron a la iniciativa.
Albert Thompson, de 43 años, fue alejado de inmediato de la escuela con el infame estigma de abusador de menores.
Fue disculpado poco después, pero no fue reincorporado a su cargo, tras una investigación policial que descubrió el complot de los niños.
Para Thompson fue una verdadera pesadilla: “Muchas personas querían hacerme pedazos”, dijo el maestro, un suplente que se desempeñaba desde hacía cuatro semanas cuando estalló el escándalo.
Con indignación, reaccionó el sindicato de los maestro: “lo que da miedo es que los niños de nueve años son tan astutos que saben que pueden acusar a un maestro con una historia falsa”, dijo la portavoz del gremio Jackie Gallagher.
Según las autoridades escolares, el 98 por ciento de las denuncias contra los maestros son falsas. (ANSA).
BRITÁNICO REENCARNA COMO RELOJ DE ARENA
Londres, julio 1997.- Un británico ha reencarnado como reloj para cocer huevos en un esfuerzo para que su viuda sonría en la cocina.
Las cenizas de Malcolm Eccles, de 50 años, quien falleció de cáncer en febrero, se encuentran actualmente dentro de un reloj de arena utilizado por su familia para medir el tiempo de cocido de los huevos.
“Nunca me queda al punto un huevo hervido, por eso él tuvo la idea de colocar algunas de sus cenizas en el reloj para ayudarme y al mismo tiempo que lo recordara con cariño”, dijo a la prensa la viuda, Brenda Eccles.
La mujer explicó que su difunto esposo “tenía un gran sentido del humor que mantuvo hasta el fin de sus días”. El relojito, que deja caer las cenizas en el transcurso de un minuto, fue fabricado por un fabricante de objetos de cristal del sur de Londres. (Reuter).
¿LOCURA DE AMOR?
Buenos Aires, Sept. 1993.- Para defender su amor una lesbiana asesinó a la madre y a la hermana de su pareja, una joven de 17 años, porque se oponían a esa relación, dijeron fuentes judiciales de entonces, que aclararon así un caso que había desorientado a los investigadores.
El jueves pasado fueron hallados en un descampado de las afueras de Buenos Aires los cadáveres de María Esther Acuña, de 45 años, y de su hija Nancy, de 15, acribilladas a balazos. La autora del doble homicidio resultó ser Martha Yolanda Quiroga, de 21 años, quien desde hacía un tiempo vivía con Rita, otra hija de la mujer asesinada. (ANSA).
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