Grabados de Goya, restos humanos, cráneos de marfil y esculturas mexicanas son algunos de los 300 objetos dedicados a la iconografía de la muerte que se exhiben en la Wellcome Collection de Londres.
El espectador podrá efectuar un recorrido a ratos macabro, y a ratos conmovedor, por la peculiar colección de artefactos y obras de arte que componen la muestra La muerte: autorretrato.
Entre los objetos a exhibición destaca la abundancia de calaveras de distintos colores y materiales, ilustraciones anatómicas y un gigantesco chandelier fabricado con 3.000 huesos de yeso de la artista británica Jodie Carey.
La “espectacular diversidad” de esta muestra, que combina lo siniestro con lo bello, aborda la “complejidad de las actitudes contradictorias” que tienen los vivos hacia la muerte, aseguró la comisaria de la exposición, Kate Forde.
Distribuidas en cinco salas temáticas, todas ellas con luz tenue, la exposición plantea preguntas sobre el valor del arte para comunicar ideas sobre la muerte y el cuerpo humano. ¿Cómo pueden nuestras posesiones ayudarnos a activar recuerdos que nos conectan con la muerte? o ¿qué función desempeñan los objetos inanimados en los enterramientos y en los rituales funerarios? son algunas de esas cuestiones con las que se interroga la exhibición.
Cómo lidiar con la muerte
“La muestra pretende revelar cómo las personas, y los artistas en particular, lidian con el tema de la muerte a lo largo de los siglos”, indicó Forde.
Según esta experta, esta colección, de matices siniestros e inquietante por momentos, “no está diseñada para ser deprimente, sino para contemplar la muerte como un aspecto inevitable de la vida y transmitir que debemos aprovechar al máximo el hoy”.
Otro aspecto ahonda en los “ritos que desarrollamos para conectar con la muerte y con aquellos que se han ido antes que nosotros”, como son las pinturas o las instalaciones que celebran el Día de Muertos en la cultura mexicana.
Con obras de Warhol, Durero, Van Utrecht y Mapplethorpe, y entre cráneos de marfil, porcelana y bronce, la sala denominada “Contemplando la Muerte” aborda la mortalidad, mientras que la habitación bautizada como “El Baile de la Muerte” la exhibe de manera triunfal, tocando un violín, como amiga, enemiga y amante.
Salas de “muerte”
Paseo Entre cráneos de marfil, porcelana y bronce, la sala denominada “Contemplando la Muerte” aborda la mortalidad, mientras que la habitación bautizada como “El Baile de la Muerte” la exhibe de manera triunfal, tocando un violín, como amiga, enemiga y amante.
Eros También se indaga en los aspectos que rozan la extraña atracción hacia los límites entre la muerte y la vida, y entre la sexualidad y el dolor en “Eros y Tánatos”.
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