El pueblo francés de Bugarach, en los Pirineos, se prepara para el fin del mundo: no porque sus habitantes crean más que los demás en las predicciones mayas que hablan del Apocalipsis para el próximo 21 de diciembre, sino porque esperan una ola de visitantes que creen que hallarán allí un refugio seguro ante el cataclismo.
A poco menos de un mes de la fecha fatídica, el pueblito corre el riesgo de ser tomado por asalto. Diversas teorías esotéricas afirman que el pico de Bugarach, de 1.231 metros y ahora conocido en todo el mundo gracias a la web, es una de las “montañas sagradas” del planeta.
Es decir, uno de los pocos lugares que se salvarían en el momento del fin del mundo. Además es allí donde estaría oculto el tesoro de los Templarios y donde habría que buscar el Santo Grial. Otra leyenda sostiene que el célebre pico albergaría también bases subterráneas de los platos voladores.
Esta insólita notoriedad en realidad preocupa mucho a los habitantes del pueblo, y ahora que se acerca el fin de la cuenta regresiva la tensión crece cada día más.
Tanto que Jean-Pierre Delord, alcalde del poblado de 200 almas, lanzó un llamado desesperado que recogieron algunos medios franceses: “Por favor, no vengan aquí el 21 de diciembre”. Las autoridades locales intentan por todos los medios desalentar a las multitudes.
El prefecto de la región de Aude, Eric Freysselinard, incluso escaló el pico en primera persona: “Sin duda el lugar es mágico -dijo- pero sólo por la belleza del paisaje”, comentó tras dos horas de ríspido ascenso. “Si el sendero ya es impracticable en noviembre, imaginemos en diciembre, con la nieve y el hielo. Bugarach es precisamente el lugar donde no hay que estar el 21 de diciembre”, agregó. El alcalde está tomando todas las precauciones posibles: los servicios de seguridad se triplicaron y los caminos de acceso al monte serán cerrados.
Pero las señales de llegada masiva de los peregrinos siguen vigentes. Una maquinita cuenta-personas, en la entrada de uno de los senderos que van hasta la cima, ya registró el doble de visitantes en un año.
Y los equipos de televisión siguen el ritmo del nerviosismo general. Al parecer -cuenta el diario Midi Libre- el canal codificado Canal Plus ofreció un año de suscripción gratuita a todos los habitantes de Bugarach para calmar los ánimos.
Mientras tanto franceses y extranjeros están alquilando casas y hay numerosos vuelos reservados para fin de año desde EEUU.
También hay asociaciones que organizan estadías y excursiones temáticas. Y poco puede hacer el alcalde, que tuvo que entablar juicio contra un sitio de internet que vende, con certificado y todo, presuntas “piedras de la eternidad”.
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