Las madres eran deportadas después de que entregaban a sus hijos, por si se arrepentían.
La Policía Federal de Argentina capturó a tres personas acusadas de trata y tráfico de bebés de mujeres bolivianas y peruanas sin residencia legal en ese país. Los recién nacidos eran ofrecidos por catálogo.
Deportadas para que no reclamen. “Una pareja jujeña y una tercera persona integraban una banda dedicada a comprar niños recién nacidos a mujeres bolivianas y peruanas sin recursos, para entregarlos en adopción en los centros urbanos del país”, reportó el diario electrónico El Libertario.
La detención de Carlos C., Erika T. y una tercera persona, cuya identidad no fue revelada, se produjo el 18 de octubre en diferentes operativos ejecutados por la Policía Federal en la ciudad de Buenos Aires y en las localidades de Tilcara y Maimará.
La investigación, al cargo del juez Norberto Oyarbide, asegura que estas personas, oriundas de Tilcara, son parte de una banda de traficantes de bebés.
El Libertario explica que la organización delictiva compraba bebés a mujeres embarazadas extranjeras pobres, principalmente peruanas y bolivianas, con residencia ilegal en Argentina.
Una vez que la mujer daba a luz, el niño era entregado de inmediato a los traficantes, y las madres eran deportadas a su país “para evitar posibles arrepentimientos tras concluir el negocio” lucrativo.
Traficados como objetos. La Policía descubrió que se elaboraban álbumes con las fotografías de los recién nacidos, a modo de catálogo, para ofrecerlos en adopción ilegal.
En los allanamientos, los efectivos secuestraron una computadora, partidas de nacimiento, poderes notariales de terceros, agendas, celulares, álbumes fotográficos y documentación.
La carátula de la investigación del juez Oyarbide incluye entre los delitos de los que se acusa a la banda de traficantes la supresión de la identidad de los pequeños, trata de personas y la asociación ilícita, entre otros cargos.
Carlos C. y Erika T., principales cabecillas de la banda, con domicilio en Humahuaca, Buenos Aires, son propietarios de una popular y conocida peña al frente de la plaza central de Tilcara.
La tercera persona, cómplice de la pareja, actuaba como asistente en los trámites.
La Policía Federal continúa las investigaciones para verificar si hay más personas involucradas, para identificar a las madres y cuánto percibían por la venta.
La banda de traficantes de bebés utilizaba las redes sociales para contactar a embarazadas. La organización de delincuentes encontraba a jóvenes encinta que buscaban ayuda para afrontar un embarazo no deseado. De ese modo, las acompañaban desde el periodo de gestación, el momento del nacimiento, hasta tener al bebé en sus manos.
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