La prohibición de vender vasos de bebidas azucaradas y gaseosas de más de medio litro en restaurantes, cines, teatros y puestos ambulantes de Nueva York entra en vigor hoy, en medio de la polémica.
Se trata de una ley para combatir la obesidad, impulsada por el alcalde Michael Bloomberg, que ha desatado las protestas de muchos, entre ellos de Starbucks: el gigante estadounidense del café desafió al intendente, anunciando que seguirá bebiendo las bebidas de formato extra-large a base de leche.
Un gesto definido “ridículo” por Bloomberg, que prometió “tolerancia” cero y aseguró que los controles comenzarán inmediatamente y por doquier. Un ejército de inspectores armados de especiales vasos-medida de por encima de medio litro están ya listos para verificar y sancionar a quien no respete la medida.
Las bebidas dulces, incluidos el café y té helados, sólo podrán venderse en vasos con un límite de 470 centilitros.
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