Arabia Saudita lanzó una revolución en la vida cotidiana, decidiendo que a partir de esta semana el fin de semana administrativo -es decir el oficial- caerá viernes y sábado y ya no, como desde tiempos inmemoriales, el jueves y viernes.
La decisión responde a motivos relacionados con exigencias económicas y financieras, para dar a Arabia Saudita en la época de la globalización los mismos “tiempos” de gran parte del resto del mundo.
La revolución llegó mediante un decreto real adoptado por “interés público”, fórmula que habla claro sobre la sufrida génesis de una decisión destinada a influir profundamente en la vida de un país fuertemente condicionado por la religión.
Para los musulmanes, el viernes es el día más importante de la semana, dedicado a la plegaria y al recuerdo de quienes ya no están. Por eso en muchos países árabes el viernes, así como el domingo para los cristianos y el sábado para los judíos, es el día en que la actividad laboral se detiene casi por completo.
Calendario semanal
La prescripción era respetada hasta hoy en los países musulmanes de estricta observancia, como Arabia Saudita, que sin embargo decidió cambiar ahora todo y adaptarse al calendario semanal de gran parte del mundo, ubicando el fin de semana el viernes y sábado.
Probablemente, la decisión de Ryad abrirá camino a medidas semejantes en otros reinos o emiratos del Golfo.
En el decreto, las primeras estructuras afectadas por el cambio son la función pública y las instituciones financieras y económicas, comenzando por la Bolsa de Ryad y el Banco Central, que tendrán un día más -el jueves- para compartir con sus oficinas colegas occidentales.
En el otoño boreal, además, será el turno de escuelas y universidades. Aunque no es un imperativo, la pausa del viernes (mientras el sábado se consideraba, como el sábado en Occidente, un “casi feriado”) se respeta porque está en el centro de una de las suras más importantes, llamada el joumouaa (viernes, en árabe).
Se trata de la sura -considerada por los musulmanes palabra de Alá- que los islámicos escuchan, sea en radio o en la computadora, el viernes antes de empezar su actividad. Incluso en países como Túnez, donde hace tiempo el viernes no es festivo. Por lo tanto, al no poder “tocarse” el viernes -día hábil y normal en Occidente- no quedaba más remedio que cambiar el jueves por el sábado como día festivo.
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