domingo, 30 de junio de 2013

La secreta vida literaria de Pinochet

LIBRO | CON LA PUBLICACIÓN DE ESTE LIBRO, EL PERIODISTA JUAN CRISTÓBAL PEÑA, DERRIBA LA CREENCIA DE QUE EL DICTADOR PUDIESE ALGUNA VEZ HABER SIDO UN INTELECTUAL.

Juan Cristóbal Peña, periodista chileno y parte de CIPER (ver recuadro), publicó hace poco el libro “La secreta vida literaria de Augusto Pinochet”, originado sobre un reportaje sobre la biblioteca de Augusto Pinochet que publicó a fines de 2007 y que al año siguiente ganó el premio de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano.

“Ese reportaje me permitió asomarme a una faceta que hasta entonces era muy poco conocida y explorada sobre el personaje: su pretensión intelectual, que data de mucho antes del golpe de Estado de 1973. Esa faceta permite asomarse a un personaje escurridizo y receloso que, en su permanente lógica de guerra, se empeñó en ocultar ante los demás qué pensaba y quién era. En ese sentido, la biblioteca y los libros permiten leer al personaje.”

Peña sostiene que el aporte de Pinochet como autor, no da más que para inspirar buenos y sabrosos libros de ficción, y en algunos casos, una que otra crónica. “Todo esto muy a pesar de Pinochet y su séquito de amanuenses y escritores fantasmas, que se empeñaron en construir la figura de un intelectual.” Sin embargo y sin duda, el dictador chileno quiso abrirse un espacio entre los autores que han marcado la literatura latinoamericana, sin cuidarse de plagios o de eliminaciones “en tinta”, como la que realizó con Carlos Ramón Cañas, uno de sus maestros y antecesores, de quién tomó gran parte de los escritos.

Al respecto conversamos con Peña, quien explica cuánto y cómo ha afectado esa impostura a la cultura literaria en Chile, y la forma en que ésta se derriba con su investigación. También hablamos del “Abrazo de Charaña” (ver recuadro), que en realidad fue una idea del general Cañas, a quien Pinochet quiso borrar de la historia llegando incluso a cambiar, para ello, el nombre a una montaña.

OH! ¿Era Augusto Pinochet, en su opinión, un verdadero escritor? ¿Por qué?

Alguna vez Bolaño definió a la escritora Isabel Allende como una "escribidora". Pues bien, me parece que Pinochet ni siquiera es merecedor de esa definición. Yo diría que el general fue un aspirante a escribidor.

OH! ¿Cuál de sus libros considera que podría ser importante para entender ciertos aspectos de la historia chilena?

Si es por elegir uno, me quedo con Guerra del Pacífico (1972). Es el más legible y anecdótico de los libros de Pinochet, el único que se deja leer sin mayores disgustos. Es cierto que fagocita de otros autores a los que no cita, pero qué se le va a hacer: eso era común en Pinochet y otros autores militares de la época.

OH! ¿Existe un paralelo entre el gobernante y el escritor o se perciben rastros de uno en el otro?

Pinochet se valió de un poder absolutista para construir la imagen de un líder político y militar. Y no sólo: también se empeñó en hacernos creer de que era un escritor de tomo y lomo. En este sentido, el Pinochet escritor no fue más que una invención de asesores y amanuenses que le dieron en el gusto para lograr ascensos, destinaciones y posiciones de poder mejor aspectadas.

OH! ¿Por qué considera el interés de Pinochet de anular a sus maestros y antecesores como Carlos Ramón Cañas?

Pinochet fue un alumno de calificaciones mediocres, un alumno del montón que fue rechazado en dos oportunidades de la Escuela Militar.

Una vez que entró en carrera, sintió el menosprecio de sus pares a la vez que receló de ellos, especialmente de los más brillantes. Esto generó en él un resentimiento profundo y un ánimo de venganza: todo aquel que le hiciera sombra era su enemigo. De ahí que se empeñara en borrar de la memoria o eliminar físicamente a quienes acusaban sus limitaciones y complejos. Pinochet, como buen dictador, tuvo ansias de grandeza que bordearon el delirio.

OH! En el libro habla sobre el episodio de Charaña, el famoso abrazo entre Banzer y Pinochet ¿Escribió Pinochet sobre él? ¿Cuál fue el papel de Cañas? ¿Quién traicionó a quién?

Más que una traición, lo de Pinochet contra Cañas fue un acto de asesinato intelectual. Ramón Cañas Montalva fue uno de los generales chilenos más brillantes y notables, una especie rara en ese medio. Muchos de antes del frustrado “Acuerdo de Charaña”, el general chileno Ramón Cañas Montalva propuso una alianza con Perú y Bolivia como una manera de hacer frente a lo que consideraba un afán imperialista de Argentina. La Alianza del Pacífico. Cañas creía que, tarde o temprano, Argentina buscaría una salida hacia el Pacífico a costa de Chile. Por eso se estableció en la zona austral chilena desde mediados de los años 20 y desarrolló gran parte de su carrera en esa zona.

Más tarde, en el retiro, escribió sobre el tema y dictó conferencias y charlas a las que asistió Pinochet, que en cierta forma fue un discípulo secreto. Pinochet leyó los textos de Cañas y lo admiró, y una vez en el poder, siguió sus consejos al intentar un pacto con Bolivia en lo que se conoció como el Acuerdo de Charaña. Sin embargo, no obstante seguir sus dictados, Pinochet jamás reconoció el aporte de Cañas. Muy por el contrario: mientras ostentó el poder, se empeñó en borrarlo de la memoria mediante gestos mezquinos, como frenar sus publicaciones y cambiarle el nombre a una cordillera de la Antártica llamada General Cañas. Esos gestos ridículos y miserables tenían una explicación muy concreta: Cañas Montalva fue quien más sabía de geopolítica en Chile, la materia en la que Pinochet creía ser experto. Involuntariamente, sin saberlo, Cañas se opuso al empeño de Pinochet por alzarse como “el” hombre de la geopolítica en Chile.



PERFIL JUAN CRISTÓBAL PEÑA

Periodista. Licenciado en Comunicación Social de la Universidad Diego Portales. Autor de los libros Cecilia: La vida en llamas (Planeta, 2002) y Los fusileros (Debate, 2007). Ha trabajado en los diarios El Mercurio, La Hora, La Nación y La Tercera, y colaborado en la revista Rolling Stone. Recibió el Gran Premio Lorenzo Natali de la Comisión de Desarrollo de la Unión Europea (2005), el premio al Periodismo de Excelencia de la Universidad Alberto Hurtado (2004), el premio al mejor reportaje de la Fundación Nuevo Periodismo (2007) y el premio al Periodismo de Excelencia al mejor reportaje de 2008 de la Universidad Alberto Hurtado (con Francisca Skoknic y Mónica González). En 2009, volvió a obtener el Premio al Periodismo de Excelencia otorgado por la Universidad Alberto Hurtado por el reportaje “La Historia secreta del secuestro de Cristián Edwards” (junto a Pedro Ramírez). Actualmente se desempeña como guionista en el programa Expediente de TVN y es parte de CIPER (Centro de Investigación Periodística).

RECORDANDO CHARAÑA

El Acuerdo de Charaña (también conocido como Acta o Abrazo de Charaña) es el nombre atribuido al acta suscrita en la reunión entre los dictadores de Bolivia y Chile, generales Hugo Banzer Suárez y Augusto Pinochet, respectivamente, efectuada en la estación ferroviaria boliviana de Charaña el 8 de febrero de 1975.

La importancia de este acuerdo fue el restablecimiento de las relaciones diplomáticas boliviano-chilenas, que habían sido suspendidas en 1962, y el diseño de una propuesta que solucionara el problema de mediterraneidad de Bolivia originado tras la derrota de dicho país en la Guerra del Pacífico y el Tratado de Paz y Amistad de 1904. El gobierno chileno propuso la cesión de una franja de terreno a lo largo de su frontera septentrional con Perú hasta llegar al océano Pacífico al norte de Bolivia.

Los acuerdos firmados, sin embargo, pronto se disolverían y las relaciones entre ambos países se quebrarían en 1978, sin llegar a implementar ninguna de las propuestas originales. (Con datos de Wikipedia).

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