El volar de esta manera es una experiencia única. Me refiero a tener la oportunidad de volar sobre las Líneas de Nazca… y volar sobre las líneas y ver todos estos triángulos y trapecios y todo esto es una locura. Me refiero a que es la primera vez que alguien vuela en un traje de alas sobre las Líneas de Nazca y esto significa darle continuidad a la leyenda. Para mi es una experiencia única. Estuvimos volando sobre el colibrí y un poco sobre el cóndor, pero éste está un poco más lejos, así que decidimos enfocarnos más en el colibrí, porque es más visible al tener más contraste con la roca y se ve más claro. Pero tan pronto saltamos del avión, pudimos ver inmediatamente al colibrí y fue algo único porque aún nos encontrábamos a diez mil pies de altura sobre el suelo, sobre el terreno, y pudimos ver el geoglifo”, así cuenta su experiencia Cedric Dumont, quien junto a Jhonathan Florez se convirtieron en los primeros paracaidistas en sobre volar las líneas de Nazca vistiendo un traje con alas.
CON ALAS. “Cuanto más volamos, más bajamos, perdemos altitud y el geoglifo se ve enorme. Hay muchos factores que hacen de este vuelo en traje de alas algo complicado. Lo primero es el terreno, es un desierto, así que es muy hostil. Los lugares de aterrizaje están llenos de piedras, así que realmente debes aterrizar en el lugar adecuado, eso es lo primero. Los vientos están cambiando todo el tiempo, tienes vientos más altos, y crecen constantemente.
Siempre me han fascinado las historias y leyendas alrededor de las Líneas de Nazca y cuando vi las líneas de Nazca en la foto pensé que este es un lugar para un proyecto increíble porque… Primero, es un lugar protegido. Además es muy difícil obtener los permisos. El poder volar sobre el colibrí, por ejemplo, el poder aterrizar al lado del colibrí pero aún fuera de las líneas, porque la cosa es que si aterrizas dentro del territorio de las líneas te arriesgas a un buen tiempo en la cárcel”, dice el paracaidista.
Ambos atletas saltaron desde un avión a 2,700 metros de altura, volando sobre la inmensidad del desierto de Nazca por más de dos minutos a una velocidad de 190 kilómetros por hora. Definitivamente una vista más que privilegiada de nuestros famosos geoglifos, reconocidos mundialmente por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
“El volar sobre estas figuras gigantes fue una experiencia única. Siempre me han fascinado las historias y leyendas acerca de las líneas de Nazca. Ésta es la primera vez que alguien vuela con un traje de alas sobre las líneas, y creo que esto es algo como la continuación de la leyenda del hombre volador de la cultura Nazca,” comentó Cedric Dumont, reconocido paracaidista y saltador B.A.S.E, quien en el 2012 sorprendió al mundo al saltar desde la catarata de Gocta en el Perú.
NACIDOS PARA VOLAR. Alrededor de las 8:00 a.m. del pasado 5 de mayo, se dieron las condiciones ideales de viento y luz para que Cedric y Jhonathan saltasen desde un avión Sessna 206 especialmente acondicionado para paracaidismo. Desde ahí pudieron planear en caída libre utilizando sus trajes especiales. Ambos atletas volaron en círculos descendiendo 60 kilómetros por segundo, mientras disfrutaban de una vista privilegiada de las diferentes figuras geométricas y zoomórficas trazadas por los Nazcas hace miles de años.
“El traje de alas nos permitió planear muy cerca de las figuras. Me siento afortunado de haber vivido esta experiencia. Definitivamente el reto más complicado de este proyecto fue reunir las condiciones meteorológicas, logísticas y sobre todo no infringir este Patrimonio Mundial y se logró”, dijo Jhonathan Florez, portador de varios récords mundiales de paracaidismo y salto B.A.S.E.
¿LOS PRIMEROS?
Hay muchas teorías que mencionan que los Nazcas fueron de los primeros hombres en volar. A algunos antropólogos e historiadores les resulta imposible creer que ellos hayan dibujado tan perfectos y enormes geoglifaos para sus dioses pidiendo lluvia, sin haber tenido una visión aérea de ellos.
Se habla de globos aerostáticos hechos de algodón y carbón, cometas gigantes y hasta hombres con plumas. La principal motivación de Dumont y Florez de volar en Nazca vino de estas teorías y hoy es un hecho.
LAS LÍNEAS
A 450 kilómetros al sur de Lima, Perú se ubica el desierto de Nazca, una enorme planicie de piedra y arena. Ahí pueden verse con claridad líneas trazadas en su superficie, que desde cerca parecen largas carreteras, pero desde el aire se descubren como diseños geométricos y enormes dibujos de animales. Fueron creadas para que sus dioses las pudieran ver desde el cielo.
Arqueólogos, etnólogos y antropólogos han estudiado esta cultura por décadas para tratar de comprender el propósito de estas figuras. La hipótesis más común señala que fueron creadas para que sus dioses las pudieran ver desde el cielo. Desde 1994, el Comité de la UNESCO ha inscrito Las líneas y geoglifos de Nazca y de Pampas de Jumana como Patrimonio de la Humanidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario