domingo, 2 de junio de 2013

El hombre que se transformó en árbol

Dede Koswura se convirtió en el pescador más particular de toda Indonesia en su adolescencia, cuando tuvo un accidente y se produjo unos cortes en la rodilla.

No podía llevar a cabo las tareas domésticas, dejó de trabajar y fue abandonado por su mujer. Se vio obligado a educar a sus dos hijos, inmerso en la pobreza, resignado a malvivir con su enfermedad.

Este hecho, a priori nada extraordinario, fue un punto de inflexión en su vida. Dede, que ahora tiene 37 años, vio cómo de su cuerpo empezaban a brotar unas extrañas raíces, como si de un árbol se tratara.

Las manos le han desaparecido formándose unos macizos de unos 30 centímetros de diámetro.

Su único trabajo era el de desfilar para los turistas en una feria ambulante, al igual que hiciera en otro momento el “Hombre Elefante” de David Lynch, lo que era objeto de burlas por parte de sus vecinos.

Anthony Gaspari, dermatólogo de la Universidad de Marylan, llegó hasta su pueblo y le propuso una cirugía, con un tratamiento que le permitiría en corto plazo recuperar su vida normal. Según estudios de otros casos, la posibilidad de padecer esta enfermedad es de "menos de 1 entre 1.000.000".

El dermatólogo que examinó a Dede concluyó que el descomunal brote verrugoso es consecuencia de la combinación de un papilomavirus humano (HPV) y de una anomalía genética que impide al cuerpo combatir la infección.

La baja prevalencia de estas enfermedades las hace menos atractivas para la industria farmacéutica por lo que los fármacos para abordarlas se denominan medicamentos huérfanos. Son necesarias más ayudas oficiales para su investigación y fabricación.

OBSTÁCULO

El Gobierno de Indonesia inicialmente prohibió que el “hombre árbol”, sea trasladado a EEUU por médicos de ese país para recibir tratamiento contra la insólita enfermedad, porque aducía que esta gente del campo no desea ser llevada lejos de su pueblo, y menos para analizar su sangre. De todas maneras, Dede recibió una serie de cirugías que le permitieron mejorar su aspecto físico y tener otra oportunidad para comenzar una vida normal.

Anthony Gaspari estuvo siempre muy obsesionado por esta extraña enfermedad, por lo que realizó una serie de gestiones para tratar de curar a Dede.

Gracias a los injertos que le realizó, Dede podrá mover mejor los dedos. El “hombre árbol” está de muy buen ánimo y pensando en buscar trabajo, iniciar una vida normal, y hasta también desea volverse a enamorar.

Dede está fascinado con los resultados de las cuatro intervenciones a las que se sometió. Aún le resta enfrentar otras operaciones, pero sus manos y pies ya están más despejados.

"Se pueden ver sus diez dedos del pie", comentó asombrado el padre del “hombre árbol”. Luego de años de tener el cuerpo cubierto por extraños bultos, ahora puede caminar sin dolor y agarrar un bolígrafo.

"Ya puede usar sandalias", remarcó el hombre de 72 años. "Está en una muy buena condición".

"Como padre espero que vuelva a encontrar el amor. Es un tipo normal y aún es muy joven", destacó, según el diario The Telegraph.

Anthony Gaspari dejó claro que su cuerpo no volverá a ser como antes, pero que sí podrá usar las manos.

El médico estadounidense conoció el caso de Dede gracias a un reportaje de Discovery Channel.

Filmado a lo largo de casi un año, “Hombre Árbol, La Cura” testimonia desde el diagnóstico hasta el tratamiento, cada uno de los pasos que dio Dede hacia su curación. Este episodio brinda relatos en primera persona de Dede, de los especialistas que lo trataron en Indonesia y del Dr. Gaspari, quien en esta segunda etapa, regresa a este país para acompañar a su paciente en las cirugías y ofrecerle tratamiento externo a base de medicación.


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