domingo, 16 de junio de 2013

COOPERATIVISMO. EL APORTE DEL COOPERATIVISMO NO SóLO ESTá REFERIDO A LA DIMENSIóN ECONóMICA, SINO QUE ESTá SUSTENTADO EN VALORES éTICOS.

En 1844 los pioneros del cooperativismo de Rochdale decidieron enfrentar las injusticias del sistema capitalista en expansión, a través de la ayuda mutua. Entendieron que sólo el esfuerzo solidario de los hombres podía enfrentar las profundas desigualdades que genera la naturaleza misma de este sistema de acumulación de la riqueza. Como afirmaba Juan B. Justo: "En el banquete de la vida unos pocos ocupan el lugar de unos muchos". Aquellos modestos iniciadores pusieron en marcha la utopía transformadora de una experiencia asociativa que habría de perdurar en el tiempo y abarcar paulatinamente todo el mundo.

A partir de aquella gesta humilde en sus dimensiones, pero de indiscutible trascendencia histórica, la cooperación pasó a ocupar un lugar fundamental en el campo de las realizaciones solidarias.

En estos momentos el movimiento cooperativo congrega alrededor de 800 millones de asociados en todo el mundo y su volumen operativo equivale al Producto Bruto Interno de varios países (...).

El aporte del cooperativismo no sólo está referido a la dimensión económica sino que, desde que comenzó a ejercitarse este modelo de gestión, está sustentado en valores éticos y orientado con un profundo sentido humanista.

La contribución teórico -práctica del cooperativismo implica el diseño de una cosmovisión destinada a organizar la producción de bienes y servicios con un criterio de racionalidad, cuyo propósito esencial es dar respuestas satisfactorias y eficientes a las variadas necesidades de los asociados y de la comunidad en general. Se parte de la premisa de que todos los esfuerzos deben tender a cubrir los requerimientos de los usuarios. O sea que la motivación para cumplir exitosamente con estos propósitos no es la máxima ganancia. Las cooperativas no tienen fines de lucro. Nacen y se desarrollan para servir. Quizás sea por eso que son tan resistidas desde el poder económico concentrado: son la prueba viviente de que otra realidad es posible. Una realidad donde la ley de la selva y "el sálvese quien pueda", individualista y competitivo es reemplazado por la solidaridad y la construcción colectiva. Hace tiempo que el movimiento cooperativo señala la necesidad de repensar el mundo y producir cambios profundos en los modos de producción y distribución de la riqueza, habida cuenta que la concentración de los frutos del trabajo de millones de mujeres y hombres sigue siendo una tendencia universal, cada vez más acelerada.

La economía de mercado, con su cuota de despilfarro, de destrucción del medio ambiente, de enfrentamientos armados con su secuela de muerte y destrucción, además de alterar la vida sobre la tierra, intensifica los convulsiones sociales, las luchas entre quienes reclaman el derecho a una existencia digna y quienes se resisten a distribuir los beneficios de la ciencia y la tecnología actual.

Es por esto que desde el movimiento cooperativo afirmamos que es posible y necesario construir una sociedad donde cada uno aporte según su capacidad y reciba según sus necesidades. Este es nuestro compromiso y nuestra inclaudicable tarea cotidiana.

* Vicepresidente de la Comisión de Asociados del Banco Credicoop de Remedios de Escalada en Argentina.



6 de julio: Día Internacional de las Cooperativas



La celebración del Año Internacional de las Cooperativas está sirviendo para trasladar a toda la sociedad en general el modelo de empresa cooperativa, que está demostrando y ha demostrado a lo largo de la historia, ser un modelo de empresa estable y resistente, por lo que se ha convertido en pieza clave para el nuevo modelo económico que se está gestando en el siglo XXI. El mundo ha demostrado que necesita con urgencia una economía global más diversificada y las cooperativas son piezas clave para ese cambio.

El Informe Global 3000 realizado por la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) señala que las 300 cooperativas más grandes del mundo tienen en la actualidad una facturación de 1.6 trillones de dólares, equivalente al PIB de muchos países.

El movimiento cooperativo cuenta con 100 millones de trabajadores por el mundo, por ejemplo, en Estados Unidos 30 mil cooperativas dan trabajo a dos millones de personas, ocupando regularmente los mejores puestos en las listas de los 100 mejores empleos de la revista Fortune.

En Brasil, Rusia, India y África, el 15 por ciento de la población es socio trabajador de una cooperativa, en contraposición con menos de un 4 por ciento que es accionista. En Kenia, las cooperativas suponen un 45 por ciento del PIB, mientras que en Nueva Zelanda alcanzan el 22 por ciento .

Las cooperativas son empresas basadas en valores, con el mayor grado de participación de sus trabajadores en el gobierno de las mismas. A través del compromiso de sus socios este modelo empresarial es un reflejo de los valores de la comunidad, además de preocuparse por el modo en el que producen sus bienes y por cómo ofrecen sus servicios.


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