Se levantan altares a los cráneos de las calaveras y challan en su nombre.
Las características propias de los cementerios administrados por la Comuna, en cuanto a la falta de cuidado y vigilancia, permiten que los ciudadanos utilicen los sectores más alejados de las necrópolis para realizar prácticas rituales donde piden favores a las almas de los cráneos que adoran.
Las personas se reúnen alrededor de un altar y en su cúspide es colocada la cabeza de un esqueleto humano, esparcen hojas de coca, echan un poco de alcohol, mientras otro individuo toca con su guitarra canciones muy tristes relacionadas con la muerte.
En su mayoría, se ve la presencia de varias señoras de pollera, sin embargo, el observarlas fumando causa impresión en quienes presencian el hecho al notar que los cigarrillos en su boca son tres sujetados con una tira de papel estañado.
Luego de aquello, el ambiente se torna misterioso, la desolación del cementerio logra que todo parezca un acto de ocultismo.
“Lo que hacemos es invocar la ayuda del almita para que nos ayude con algo. Yo vine porque le presté dinero a un familiar y él se negó, pido que atormente su conciencia hasta que pague”, afirmó una ciudadana que prefirió mantener en reserva su nombre.
Según sus creencias, se debe realizar el rito siete veces para que resulte efectivo. Además, también piden protección, de la calavera, para que las maldiciones y brujería no afecten sus vidas.
“Nunca sabemos cuando nos tienen envidia, ni hasta donde puede llegar el odio de las personas por eso es bueno pedir a estos espíritus para que nos protejan del mal, así no nos llega el daño ni las malas vibras, la calavera nos cuida de todo ello”, comento Brígida Ticona.
Los cigarrillos que son consumidos de tres en tres también tiene un propósito específico.
“Se fuma así, a la calavera, cuando la pareja se metió con otra mujer o tiene una amante; la almita logra que el ser amado vuelva a enamorarse de nosotros y la tercera persona se aleje, es muy efectivo muchos esposos volvieron luego de practicar esto”, comentó otra de las creyentes.
Ellos aseguran que esta práctica se realiza en todos los cementerios, especialmente en El Alto, y es una costumbre muy común que los ciudadanos pidan muchos favores a la calavera.
“Es lo mismo que hacen en las oficinas de La Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen en la urbe, tiene un cráneo que les ayuda a resolver los casos”, afirmó Felipe Choque, vecino del lugar.
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