Una californiana deberá comparecer ante un juez, porque ronca muy fuerte y no permite dormir a su vecino.
“Es una exageración –dijo la mujer–, estuve casada durante nueve años y mi marido nunca se quejó”. Sin embargo, la policía la denunció por violar la ordenanza municipal relativa a la calma pública durante la noche.
El caso –del que todos hablan en Davis, California– comenzó el pasado 31 de enero, cuando Chris Doherty llamó a la policía, porque desde hacía varias noches no lograba pegar un ojo, por los desconcertantes ronquidos de su vecina.
Los agentes intentaron apaciguar los ánimos entre ambas partes, pero finalmente debieron denunciar a la mujer por violación de la tranquilidad pública.
El alcalde de la ciudad, Lois Wolk, aportó lo suyo a la disputa. “Estas –explicó– no son cuestiones que puedan ser juzgadas en un tribunal, la ley no puede entrar en un dormitorio para escuchar si uno ronca más o menos ruidosamente”. Finalmente, el juez dictaminó que la mujer debía trasladar su dormitorio al fondo de su departamento.
(ANSA)
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