martes, 9 de octubre de 2012

Correos envía incluso queso a Japón

Con ingresos que van entre los 800 mil y los 1,5 millones de bolivianos, la Empresa de Correos de Bolivia (Ecobol) regional Cochabamba, está lejos de haber sufrido un golpe letal con la aparición del Internet, pues si bien es cierto que el correo electrónico redujo a su mínima expresión a la correspondencia, las ventas on line han potenciado otro servicio ofertado por esta empresa: las encomiendas.

“Uno de los envíos más extraños que hemos realizado fue el de quesos al Japón, porque una empresa cochabambina se contactó con clientes al otro lado del mundo vía Internet, a quienes constantemente les están enviado este producto boliviano”, explicó la gerente interina de Ecobol, Verónica Villarroel, quien explicó que los servicios que ofrece la empresa de correos, además del envío de correspondencia son el envío de las encomiendas, a nivel nacional e internacional, los giros nacionales y en bolivianos, además del servicio de courrier.

“Llegamos a 121 naciones que forman parte de la Unión Postal Universal a la que estamos suscritos y esto nos permite monitorear el recorrido que hacen nuestras encomiendas, porque podemos ver la ruta que siguen y los países que abarca”, dijo la funcionaria. Un 9 de octubre, pero del año 1874 se fundó la Unión Postal Universal a través del Tratado de Berna que permitió unificar una multitud de servicios y de reglamentos postales dispares, en un territorio postal único, destinado al intercambio recíproco de envíos de correspondencia y también estableció el principio de la libertad de tránsito de los envíos. Por esta razón, hoy se celebra el Día Mundial del Correo.

Correos también envió stevia a la China y charangos a Israel, pues el servicio boliviano llega a cinco continentes (América, Europa, Asia, África y Oceanía) que junto con la correspondencia local llega a generar un flujo de al menos 1.000 envíos ordinarios y 250 piezas certificadas.

TRABAS DESDE LA ADUANA

El Servicio de Correos ha empezado a tener una serie de trabas, que han sido impuestas desde hace aproximadamente un año y medio por la Aduana, que complican la libre recepción de encomiendas, pues ahora cualquier persona que vaya a recibir un producto del extranjero, debe realizar un complicado, aunque breve, proceso de empadronamiento para estar registrado en las bases de datos de la Aduana, para lo cual debe destinar al menos una mañana para asistir a sus oficinas en la avenida Víctor Ustariz.

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