martes, 9 de octubre de 2012

MÁS VALE ESTAR SEGURO

PARÍS, abril 1994.- Un hombre de 35 años enfermo de SIDA se suicidó en un pequeño hotel en los alrededores de Cassis, en el sur de Francia, utilizando cuatro métodos diferentes para terminar con su vida desesperada, anunciaron en esa fecha fuentes policiales locales.

El hombre, cuya identidad no fue difundida, ingirió una fuerte dosis de barbitúricos y psicofármacos, luego de lo cual se cortó varias venas en los brazos y las piernas, se instaló en la bañera y, antes de pegarse un tiro en la cabeza, echó en el agua un cable eléctrico.

Los bomberos de Cassis, quienes descubrieron el cadáver, quedaron impresionados por la meticulosidad con la que el hombre había preparado su muerte. Además, al lado del cuerpo hallaron una nota en las que se les advertía: “Sean prudentes, tengo SIDA”.

Asimismo, dejó un cheque para pagar su deuda con el hotel.

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