lunes, 1 de octubre de 2012

Juntos en la crisis sólidas cooperativas

Son democráticas, abiertas y solidarias. Las cooperativas son asociaciones a prueba de crisis, lo que comprueban varios estudios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

“Las 300 mayores cooperativas del mundo registran conjuntamente utilidades superiores a los 1,6 billones de dólares al año, equivalentes al Producto Interno Bruto (PIB) de Canadá”, afirma Simel Esim, directora del departamento de cooperativas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

La agencia especializada de Naciones Unidas muestra que las cooperativas han sobrellevado mejor la crisis financiera y económica. “Las cooperativas apenas sí han tenido que recurrir a los rescates puestos a disposición de instituciones de crédito internacionales”, afirma la experta.

Bancos populares

En eso coincide Andreas Martin, presidente de la mesa directiva de la confederación de bancos populares alemanes y Raiffeisenbanken. La crisis les ha traído muchos nuevos clientes, sobre todo, medianas empresas afectadas por la escasez de créditos.

Las sociedades bancarias en cooperativa no sufrieron una falta de liquidez.

No solo los bancos se han organizado en cooperativas. También las hay en sectores productivos y de consumo, en la construcción y la agricultura, en donde son fuertes socios económicos en numerosos países.



Colectividad en vez de individualidad

En el marco de la transformación energética en Alemania se han conformado nuevas cooperativas en este sector. En la industria lechera, el consorcio Arla Foods es una cooperativa transnacional integrada por productores daneses, suecos y alemanes.

A nivel mundial las cooperativas se rigen por siete principios, que enlista la Alianza Cooperativa Internacional en su página de Internet: libre adhesión y libre retiro, control democrático, neutralidad política, racial y religiosa, ventas al contado, devolución de excedentes, interés limitado sobre el capital y educación continua para los miembros.

Se estima que a nivel mundial unos 800 millones de personas son miembros de una cooperativa. Más de 100 millones de puestos de trabajo han sido generados por este tipo de asociaciones, que tienen como principio la máxima de “ayúdate a ti mismo” y persiguen objetivos solidarios más allá de maximizar las ganancias.

Aspectos positivos ¿Mejores empleadores?

¿Hacen estos principios a las cooperativas mejores empleadores? “Deberían, pues parten de principios éticos”, afirma Simel Esim, de la OIT. La experta añade que estudios en Estados Unidos y en países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD), muestran que las cooperativas son mejores empleadores. “Tienen fuertes raíces en sus comunidades, por ello es poco probable que trasladen a otro lugar su producción buscando costes más bajos”, afirma.

El principal interés es que sus socios se vean beneficiados, más allá de las ganancias financieras. Eso puede ser la generación de empleos, como la inversión conjunta en la comunidad, por ejemplo, en el suministro de agua, en un mejor servicio de salud o mejor sistema escolar.

En regiones apartadas las inversiones conjuntas son la mejor opción cuando hay una infraestructura débil o pocas posibilidades de crédito y ahorro. La Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional ayuda en la conformación de cooperativas y el fortalecimiento de los requisitos legales para un funcionamiento exitoso. Este trabajo de base es necesario según Ulrich Sabel –Koschella, funcionario de la GIZ. “Se trata de que la cooperativa sea estable, que sea respaldada por sus miembros, que quien administre la cooperativa esté bien capacitado, que sea confiable y se tome en serio su trabajo”.

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