Una campaña de crowdfunding —financiación colaborativa— ha recaudado casi un millón de dólares para crear un museo dedicado a Nikola Tesla. Pretende adquirir los terrenos en los que estaba su último laboratorio. Y que en ellos se habiliten las infraestructuras necesarias para rendir un homenaje a este inventor maldito.
Tesla es el eterno olvidado. Murió pobre y medio loco en un hotelucho de Nueva York a pesar de haber inventado la radio, el radar, la corriente alterna —que es la que lleva electricidad a todas las casas—, las centrales hidroeléctricas y un sinfín de maravillas tecnológicas. Nikola Tesla está considerado por algunos el mayor inventor desde Leonardo da Vinci. Por otros, el más importante de toda la historia.
Entre estos últimos está Matthew Inman, creador de “The Oatmeal”, una tira cómica en internet de gran éxito. Él dio el empujón a una iniciativa que ya ha superado sus propias expectativas. Querían recaudar 850 mil dólares en 48 días, y en apenas nueve ya superan los 925 mil. Unas 22.027 personas han donado alguna cantidad entre tres y 33.333 dólares —según ellos a Tesla le gustaba ese número—.
Los terrenos donde estuvo el último laboratorio de Tesla, Wardenclyffe Tower —en Nueva York—, están a la venta por 1,6 millones de dólares. En la actualidad son propiedad de la empresa de fotografía AGFA, que ofrece la posibilidad de adquirirlos sin edificios. Esto supondría la destrucción de las instalaciones en las que trabajó el inventor entre 1901 y 1917.
Una asociación sin ánimo de lucro, Tesla Science Center, quiere rescatarlos para dedicarlos al que sería el primer museo en Estados Unidos dedicado a Nikola Tesla. El Estado de Nueva York se comprometió a darles 850 mil dólares para este propósito si ellos conseguían la misma cantidad por su cuenta. Dicho y hecho.
Inman trata de demostrar que era un auténtico geek (un friki, un fascinado por la tecnología). “La codicia de otros lastró la carrera de Tesla, que pasó la mayor parte de su vida en la más pura ruina. Además, sufría una dolencia a la que hoy nos referiríamos vulgarmente como “estar como una puta cabra”, dice el autor de “The Oatmeal”.
Los 1,7 millones de dólares recaudados no son para construir el museo. Los usarán para adquirir los terrenos y garantizar que sólo se usarán con ese propósito. El propio Inman confía en conseguir patrocinadores entre algunas grandes empresas y personajes públicos para poder llevarlo a cabo pronto. Pide ayuda a J.P. Morgan, que ya financió a Tesla en el pasado, a General Electric —compañía fundada por Edison y que, por tanto, tendría una deuda de honor con el inventor serbio—, a Google o a la empresa de coches eléctricos Tesla Motors.
Amplía la oferta a cualquier otra organización interesada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario