sábado, 1 de septiembre de 2012

La amenaza de especies invasivas está en aumento



A pie, a caballo, en automóvil o en barco, miles de organismos animales o vegetales viajan a lo largo y ancho del planeta. Algunos de estos pasajeros son clandestinos, otros declarados y legales, pero de hecho muchos de ellos son invasores incontrolables que ponen en riesgo su nuevo ecosistema.

Estas especímenes prosperan en los lugares a los que llegan a costa de sus anfitriones (flora, fauna o el hombre), devorando a algunos, desalojando a otros o contaminándolos con nuevas enfermedades. “Las especies invasoras tienen un impacto mayor en el mundo y, en algunos países, es astronómico”, explica Dave Richardson, director del Centro de Biología Invasiva de la Universidad de Stellenbosch, Sudáfrica.

Efectos. A veces se trata de especies introducidas voluntariamente por el hombre, que ha perdido el control: el coipú (especie de nutria), criado por su piel, que destruye diques y riberas de los ríos; o el conejo de campo, que sin depredadores naturales se reproduce a alta velocidad y devasta los cultivos.

A fines de agosto, sólo en Europa se identificó 11.595 especies “extranjeras”. Mil especímenes marinos, 2.400 invertebrados y más de 6.600 plantas terrestres figuran en el inventario que sigue creciendo, gracias a la explosión del comercio y los viajes intercontinentales.

“La mundialización de la naturaleza global será difícil de detener”, advierte el experto francés Jean-Philippe Siblet, que espera que los ecosistemas afectados se adapten sin ser demasiado desequilibrados.

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