martes, 4 de septiembre de 2012

La guerra de cebúes causa 100 muertos en Madagascar

Los enfrentamientos causados por el robo de cebúes en el sureste de Madagascar experimentaron una escalada que causó cerca de 100 muertos el fin de semana, entre ellos 90 ladrones en dos operaciones punitivas de lugareños hartos de esta situación, según la gendarmería.

Esta masacre ocurrió en una zona alejada del país, en la región de Fort Dauphin, donde es difícil cotejar las informaciones y los balances son contradictorios.

Un total de "67 ladrones murieron y 12 lugareños resultaron heridos" en la noche del viernes al sábado, afirmó a la AFP el teniente coronel Tahina Rakotomalala, jefe de servicio de las operaciones de la gendarmería nacional. "Cien cebúes fueron robados y 98 recuperados", según él.

Las autoridades regionales hablan por su parte de 86 "dahalos" (nombre tradicional dado a los ladrones de ganado) muertos, congratulándose de que "los habitantes hicieron justicia por sí mismos sin ayuda de las fuerzas de seguridad".

El coronel de gendarmería anunció luego la muerte de otros 23 dahalos en la noche del domingo al lunes en el mismo distrito de Fort Dauphin, pero en otra comuna, en Emanombo.

Los ladrones de cebúes previenen por lo regular a los pobladores de que van a atacar, para intimidarlos, pero esta vez, los ganaderos se prepararon y les tendieron una emboscada.

Según allegados al jefe de la región de Anosy, los dahalos murieron en una emboscada tendida por pobladores armados de piedras, azagayas y fusiles de caza. El balance del fin de semana no se detiene ahí.

El domingo, las fuerzas de seguridad perdieron a tres efectivos --dos gendarmes y un policía-- en una batalla campal en otra comuna, Betroka, donde murieron seis ladrones.

El robo de cebúes cuenta con una verdadera tradición en los pueblos, donde antes servía para que los jóvenes demostraran su virilidad, pero se acabó convirtiendo en un tráfico en Madagascar. Cuenta con diversas complicidades para vender el producto de los robos y en especial para exportar el ganado vivo hacia Europa, vía las islas Comores.

Esta inseguridad lleva a los pobladores a esconderse, a tratar de recuperar sus cabezas de ganado o a reunirlas para ponerlas a resguardo.

La gendarmería anunció el envío de refuerzos a los habitantes de las comunas rurales afectadas por los enfrentamientos desde la noche del viernes (Fenoaevo, Enaniliha, Roangafeno, Eniniriny) ante "una eventual venganza de los dahalos".

En junio, enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y ladrones armados de Kalashnikov causaron 22 muertos, de los cuales 12 militares caídos en una emboscada en Iabohazo, un pueblo poco accesible en el distrito de Befotaka.

Después, las fuerzas de seguridad hicieron una redada en el sector, enviaron militares de mayor rango y en julio detuvieron a un centenar de allegados del huidizo Remenabila, sexagenario que se esconde con sus hombres y es considerado el cabecilla.

Las autoridades de Madagascar ofrecen 35.000 euros a quien lo entregue "vivo o muerto", una fortuna en un país donde un empleado doméstico gana 20 euros por mes.

Varias fuentes militares dieron a la AFP en julio el nombre de un coronel que suministraría armas a Remenabila.

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